“La región istmeña, como parte del sureste del país, es la que surte de bovinos a las entidades del norte del país y que después exportan al mercado norteamericano que, no ha permitido el ingreso de la carne de la ganadería brasileña, y corremos el riesgo de que nos sancionen”, añadió.
En la primera semana de este año, el gobierno mexicano anunció la apertura de carne de bovino brasileño como parte de su política para combatir la inflación; sin embargo, los productores nacionales cuestionaron la medida.
“¿Por qué las autoridades del sector no respaldan la producción agropecuaria para ser más competitivos en el mercado nacional? Antes de que la carne llegue a la mesa de las familias mexicanas hay una cadena productiva que reclama estímulos, como el cultivo del sorgo y pasto.
El ingreso de bovinos de Brasil, podría ser el tiro de gracia a la ganadería mexicana ante los alto costos de producción que hemos venido resintiendo desde la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, agregó.