Juan José R. S. fue detenido la noche del pasado viernes al salir de su trabajo en la agencia de autos de la marca Chevrolet ubicada frente al estadio de béisbol en la ciudad de Oaxaca. Quienes lo detuvieron nunca se identificaron ni presentaron una orden de aprehensión y nunca le informaron cuál era la causa, según afirmaron ex trabajadores de la empresa Mega Oaxaca S. A. de C. V.

Al enterarse de la detención de Juan José, la gerente de esta sucursal de la agencia de autos, Sandra M. L., acude a la Fiscalía General del Estado para solicitar información y al identificarse, también es detenida.

Ayer, ambos fueron vinculados a proceso por el delito de fraude a más de 20 personas cometido por directivos y trabajadores de la empresa Mega Oaxaca S. A. de C. V.; fraude en el que ofrecieron a sus clientes tomar a cuenta sus vehículos usados y el pago del resto del valor de un nuevo vehículo, pero que nunca les fue entregado. Hoy, celebran una segunda audiencia en que estos dos trabajadores deberán ofrecer pruebas para demostrar su inocencia en este delito.

Extrabajadores, quienes decidieron renunciar a la empresa tras hacerse público el fraude luego de que de los clientes decidieron denunciar y bloquear calles para exigir justicia, aseguraron que se está inculpando a gente inocente que no tuvo ninguna participación en estos hechos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, explicaron que la empresa tiene tres sucursales: la que se encuentra frente al estadio de béisbol, la que está en Etla y la que se ubica sobre Periférico en la ciudad de Oaxaca. En esta última, dijeron, es donde ocurrieron los fraudes, porque era la única que podía realizar este tipo de operaciones al tener un área de venta de autos usados o seminuevos. Y Juan José y Sandra, son trabajadores de la sucursal que se encuentra frente al estadio de béisbol.

“Están inculpando a gente inocente y revictimizando a los afectados al llevar a juicio a personas que no tuvieron nada que ver en estas operaciones y dejando libres a los verdaderos responsables”, sostuvieron.

De acuerdo con los extrabajadores, cuando un cliente decide dejar su vehículo a cuenta para la adquisición de uno nuevo, debe haber un proceso que incluye un avalúo mecánico y estético; posteriormente, se le informa cuánto pagaría la empresa por su vehículo usado y si el cliente acepta se procede a liberar el crédito, en el que intervienen la financiera Motor Crédito y Mega Diez S. A. de C. V., entre estas dos empresas es que mueven el dinero para entregar los vehículos nuevos. Toda esa operación, reiteraron, únicamente podía hacerse en la sucursal de Periférico, porque las otras dos no contaban con venta de seminuevos y tampoco tenían permitido ni la capacidad para el manejo de dinero en efectivo.

Por eso, señalaron que no entienden cómo es que Juan José y Sandra fueron detenidos, mientras que ninguno de los trabajadores ni directivos o gerentes de la sucursal de Periférico han sido aprehendidos por las autoridades e incluso, continúan laborando con normalidad; y los gerentes huyeron fuera del estado, tras hacerse público el fraude.

De acuerdo con los ex trabajadores, quienes son los autores materiales e intelectuales de estas operaciones son el ex gerente general Rodolfo Barrera, quien se encuentra en Veracruz a cargo de otra agencia de autos, y Donato Cárdenas, quien se encuentra en Monterrey, Nuevo León.

“Donato Cárdenas era el que retenía la entrega de los vehículos a los clientes, porque él tenía que liberar el recurso, cuando la unidad nunca ingresó al sistema. Tanto él como Rodolfo Barrera nunca ingresaron los autos seminuevos que dejaron los clientes y los vendieron por fuera. Y a los trabajadores de la sucursal de Periférico que también participaron no les han hecho nada, siguen trabajando como si nada”, aseguraron.

Las víctimas también han señalado a Rodolfo Barrera y Donato Cárdenas como los principales responsables del fraude que sufrieron; sin embargo, ninguno de ellos ha sido detenido.

Los extrabajadores reiteraron que la detuvieron a gente inocente “que su único delito fue dar la cara”, y la gente que se quedó con el dinero “sigue libre”.

Su preocupación, dijeron, es que las autoridades utilicen a Juan José y a Sandra como “chivos expiatorios” para cerrar el caso y proteger a los directivos de la empresa que sí realizaron estas operaciones fraudulentas.

También mencionaron que la empresa ha dejado solos a Juan José y Sandra, pese a que en un primer momento les ofrecieron apoyo legal con la contratación de un abogado; ahora ambos han tenido que cubrir con sus propios recursos económicos su defensa legal.

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