Jubilados del ferrocarril en Oaxaca, 23 años luchando por justicia social y liquidaciones justas
Exrrieleros de Matías Romero piden compensación a quienes los liquidaron tras privatización en 1999; esperan negociación con autoridades del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec
Juchitán.— “El mejor regalo que nos podrían dar en el Día del Ferrocarrilero sería la justicia social, que a quienes nos liquidaron en la privatización de 1999 nos compensaran con la jubilación proporcional, que nos ajustaran las pensiones jubilatorias y que se ejecutaran los laudos favorables a los trabajadores”, exclama el rielero Reynel Chiñas García.
Decretado por el gobierno de Manuel Ávila Camacho, el Día del Ferrocarrilero se conmemora cada 7 de noviembre y recuerda la hazaña histórica del maquinista Jesús García Corona, considerado como el Héroe de Nacozari. Antes de la privatización, esta fecha era recordada en Matías Romero con marchas de miles de ferrocarrileros, algo que ya no sucede.
Jubilados como Reynel Chiñas, Rogelio Roque, José Rasgado, Antonio Calderón y Cayetano Calzada, que aún se reunen y rememoran el pasado del Tren Transístmico y el esplendor de Matías Romero como el principal centro ferrocarrilero, confían en la vuelta del ferrocarril.
“Confiamos en que nuestros dirigentes sindicales logren una buena negociación con las autoridades del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) para la recontratación de los nuevos trabajadores una vez que reinicien sus operaciones los trenes de carga y de pasajeros”, explican.
En esas tardes, los jubilados recuerdan cómo hace unos 25 años el Transístmico de pasajeros era el principal medio de transporte que unía a las poblaciones de la zona norte del Istmo con las de la región de la planicie, como Ixtepec, Juchitán, Tehuantepec y Salina Cruz. “Ojalá ese tren de pasajeros regrese”, pide Reynel Chiñas.
Por ahora, se dicen preocupados por los retrasos en los trabajos de modernización. “Nos dijeron que la vía estaría lista para diciembre, pero hay varios tramos pendientes. Ojalá toda la ruta se termine para el año entrante, para que abran los empleos en la zona”, comentan.
Foto: Especial
A 78 años de que se decretó el Día del Ferrocarrilero, en Matías Romero, donde funcionaron talleres para reparar locomotoras, coches de pasajeros y vagones hasta antes de su privatización, ya pocos lo conmemoran.
En la noche del 31 de agosto de 1999, recuerda Reynel Chiñas García, los trabajadores que estaban laborando en los talleres recibieron la orden de que desalojaran sus áreas de trabajo.
Ahí quedaron tornos y fresadoras, así como 35 locomotoras y 100 furgones. Todo se vendió como fierro viejo.
“La privatización del ferrocarril vendió hasta nuestras historias sembradas en cada uno de los talleres, pero la liquidación que el gobierno nos dio no fue conforme a la ley, por eso exigimos que los tribunales laborales nos hagan justicia y dicten laudos ante las demandas interpuestas”, dice Chiñas García.
Mientras tanto, el edificio de la antigua estación ferroviaria de Matías Romero languidece dañada por el sismo y en espera de su reconstrucción.