Otro factor que provocó la oleada de migrantes africanos, dijo el cónsul senegalés, es que “quién sabe cómo se enteraron”, pero se pasaron la noticia de “boca a oído”, de que el gobierno estadounidense abriría su frontera sur.
Desde el año pasado, señaló el representante diplomático de diversas naciones africanas en México, ha asistido a funerales o traslados de ocho cuerpos de migrantes africanos muertos en Juchitán, Orizaba y Tijuana.
“A las autoridades de las naciones africanas les hemos pedido que expliquen a sus conciudadanos que ‘aguanten’ las ganas de migrar, que no es el mejor momento, que la situación en la frontera norte de México es complicada".
Incluso, añadió Abdoulaye Diop, “se les ha dicho a los que deseen migrar que se preparen, que no es como les han dicho, que es una viaje largo, penoso y lleno de peligros, que no es viaje bueno, como les dicen, les decimos que hay pocas historias de éxito, contra las historias de dolor”.
Según datos del INM, esos 25 mil migrantes africanos que cruzaron la región istmeña desde agosto del año pasado a la fecha, formaron parte de casi medio millón de migrantes que llegaron al albergue que el INM instaló en San Pedro Tapanatepec.