Mujeres activistas. Arriesgar la vida para acompañar a madres que buscan justicia en Oaxaca

Las activistas trabajan por reivindicar el papel de la mujer en la sociedad mediante la defensa de sus derechos y luchan para lograr la igualdad de trato ante la ley

Mujeres activistas del Istmo brindan acompañamiento a madres que buscan justicia.
Mujeres activistas del Istmo brindan acompañamiento a madres que buscan justicia. Fotos: Roselia Chaca
Estatal 10/05/2022 09:48 Roselia Chaca Actualizada 11:46

Juchitán.—  La abogada Tania Francisca  Felipe defendió legalmente en siete años a unas 600 madres en el Istmo de Tehuantepec, además de llevar ante la Justicia a 15 feminicidas, para quienes obtuvo condenas mayores a 30 años; en entrevista para EL UNIVERSAL, señala que aunque esos logros le dan satisfacción, no deja de temer por su vida, porque trastocó  la impunidad con la que muchos agresores viven.

Riesgo, defender a otras madres

Tania terminó la carrera de Derecho hace 17 años y por un largo periodo se dedicó a la docencia; pero hace siete años tuvo la oportunidad de defender a mujeres víctimas de violencia en el Centro de Atención y Ayuda a la Mujer Istmeña (CAAMI), así que se especializó en derecho familiar y penal con perspectiva de género.

Su compromiso principal como abogada, dice, lo tiene claro: reivindicar el papel de la mujer en la sociedad mediante la defensa de sus derechos, fomentando el derecho a la igualdad de trato ante la ley y el derecho a ser protegido contra la discriminación por diversos motivos, aunque la vida se le vaya en ello.

“Soy abogada, pero también soy madre de familia y como tal siento el deber de proteger la integridad y bienestar de todas las mujeres frente a todas las amenazas que han surgido y que buscan atentar contra la unidad fundamental de la sociedad, desarrollando acciones de prevención, velar por los derechos y valores”, explica.

Su vida cambió radicalmente desde entonces, porque su empatía con otras madres en desventaja se acrecentó, porque sacrificó su tiempo en familia para dedicarlo a casos de feminicidio y abuso sexual, y porque alteró su tranquilidad, ya que ha recibido amenazas de muerte por defender a mujeres violentadas.

Para proteger a su familia y a ella, modificó sus hábitos de movilidad y esparcimiento, ya que considera que el trabajo de defensa no puede parar, porque pondría en riesgo a las que esperan justicia.

“Claro que tengo miedo a veces cuando salgo, ya que hemos llevado a varios agresores a la cárcel, pero el trabajo debe de seguir, porque son muchas las mujeres que sólo tienen como última opción de vida que su perpetrador pague sus culpas y necesitan que sus casos sean llevados con perspectiva de género, por eso creo que lo que ha realizado el Grupo 8 de Marzo y el CAAMI es indispensable en la región, falta mucho, pero como se ha avanzado en la defensa de los derechos de las mujeres que son madres”.

Ayuda desde la capacitación

Nashieeli Valencia Núñez es una zapoteca de Ciudad Ixtepec, gestora cultural y comunitaria, así como activista de derechos humanos, defensa territorial, derechos colectivos indígenas,  derechos de mujeres indígenas, feminista y justicia climática. 

Durante dos décadas, ha acompañado a movimientos y asociaciones civiles a través de talleres para la reflexión y fortalecimiento de las mujeres con enfoque feminista, para los derechos colectivos de las comunidades y la defensa del territorio.

Nashieeli está convencida de que las mujeres, principalmente madres, deben recibir capacitación y motivarlas a la reflexión, ya que eso les da seguridad, crecimiento, autonomía, además de darles bases para decidir sobre sus cuerpos, su futuro y su espacio; ello, afirma, impactará en la visión de sus hijos sobre la madre tierra y su entorno, para que busquen cambios sustanciales.

“Muchas mujeres consideran que su papel es ser  reproductoras de la vida, entonces es necesario que ellas tenga este tipo de reflexión: ¿Dónde vas como mujer?¿Hacia dónde va tu pueblo? Entonces, la información sobre lo que te rodea, lo que se implementa en tu pueblo es necesario conocerla. 

“Yo estoy convencida que la reflexión ayuda a tener otra visión, que transmites a tus hijos, a partir de allí se pueden rediseñar estrategias y  herramientas para lograr comportamientos y actitudes más amables con los espacios de vida y hacia la comunidad”.

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