Dentro del mercado “5 de septiembre”, que consta de dos plantas y que fue reconstruido en 2019 con una inversión de 35 millones de pesos por parte de dos fundaciones privadas, luego que sufrió severos daños en el terremoto de 2017, las actividades se desarrollaron sin interrupciones, unos vendiendo y otros comprando, ajenos al simulacro.
“Nadie de los 800 comerciantes que conviven en el mercado quiso dejar sus productos, nadie quiso participar”, dijo el representante de los comerciantes que venden en piso, casetas o lozas, Juan Blas.
“La gente es muy apática, a pesar de que el terremoto nos dejó grandes huellas de dolor en nuestras casas, familias y en el mercado”, añadió.
En el resto de municipios del Istmo, también devastados por el terremoto de hace seis años, el nivel de participación de la ciudadanía fue sumamente bajo.
El director de Protección Civil de Ciudad Ixtepec, Misael Armenta, lamentó la falta de interés de la comunidad jeromeña para participar en el simulacro. Sólo alumnos de dos escuelas y empleados de tres tiendas se sumaron.
Únicamente en el Hospital de Zona del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Salina Cruz, el simulacro se vivió masivamente con la participación de personal médico, de enfermería y administrativo; así como pacientes, sus familiares y derechohabientes, porque fue la sede de la ceremonia oficial regional, explicó el coordinador de Protección Civil del Istmo, Jesús González Pérez.
“Para lograr esa amplia participación en el hospital el IMSS realizamos de manera previa una serie de actividades de información, pedimos permisos a los familiares de los pacientes para moverlo en camillas o sillas de rueda, y logramos nuestro objetivo; sin embargo, la participación de la sociedad en el Istmo no fue la deseada. Vamos a insistir en la cultura de protección civil”, afirmó.