Por caída de precios y cierre de mercado en EU, producción de mango en Oaxaca vive peor crisis en décadas

La producción de mango cayó a la mitad, el precio se desplomó tres veces su valor y el mercado estadounidense a donde exportan principalmente está cerrado, lamentan productores

Las empacadoras dejaron de comprarle mango a los productores
Las empacadoras dejaron de comprarle mango a los productores o solamente están acopiando el fruto producido en las huertas de sus socios. Foto: Cortesía
Estatal 24/03/2022 10:47 Alberto López Actualizada 10:47

Juchitán.— Los productores de mango de exportación y de consumo nacional, radicados en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec, enfrentan una racha como nunca la habían vivido desde hace más de 70 años. La producción cayó a la mitad, el precio se desplomó tres veces su valor, el mercado estadounidense a donde exportan principalmente está cerrado y encima tienen que competir, en el ámbito internacional, con el mango de Perú.

Los cultivadores del fruto, que se comenzó a sembrar en los municipios de San Pedro Tapanatepec y Chahuites en los años 50, para luego ampliarse a Zanatepec, Reforma de Pineda, Ixhuatán y San Francisco del Mar, consideran que las lluvias de fin de año, los fuertes vientos y las bajas temperaturas del inicio de este 2022, así como la guerra de Rusia con Ucrania, causaron la actual crisis del mango.

“Desde hace dos semanas, no tengo a quién venderle mi producción”, revela Leonel Gómez, de la huerta Mangos Mareños, en San Francisco del Mar. “Andamos buscando compradores, pero vemos que por ahora el mango no tiene salida al mercado. Lamentablemente, el fruto está madurando en el árbol y eso significa pérdidas, al margen que, en estos primeros dos meses de corte, sólo cosechamos la mitad del año pasado, o sea, 25 cajas por árbol”.

Las 11 empacadoras de mango establecidas en los municipios de San Pedro Tapanatepec y San Francisco Ixhuatán, que en años anteriores  compraban entre 4 mil y 15 mil cajas por día, desde mediados de febrero dejaron de comprarle a los productores o solamente están acopiando el fruto producido en las huertas de sus socios.

Cierre de las empacadoras

Nadie sabe cuándo volverán a abrir sus puertas las empacadoras, dice Audifaz Toledo Núñez, presidente de la Sociedad Rural de Productores de la Zona Oriente del Istmo, que agrupa a 200 mangueros que forman parte del Consejo de Sanidad Vegetal de la Cuenca del Río Ostuta, con sede en Zanatepec y que abarca los municipios de Reforma de Pineda y San Francisco del Mar. “Nos dicen que el mercado norteamericano está cerrado por la guerra [entre] Rusia y Ucrania”.

El cierre de las empacadoras, a dos meses de iniciada la cosecha que concluye en mayo, fue la puntilla que terminó de golpear anímica y económicamente a unos 5 mil productores mangueros que siembran para exportación en una superficie estimada de 20 mil hectáreas. En años anteriores, obtenían una producción promedio de 40 mil toneladas y una derrama de mil 200 millones de pesos. Ahora la ganancia se diluye y la incertidumbre aumenta.

“Hace cuatro años, en el inicio de 2018, los mangueros vivimos una situación parecida, pero sin la magnitud de los daños que se han juntado con la caída del precio y de la producción, por eso logramos salir adelante, porque nos ayudaron los apoyos gubernamentales. Ahora no tenemos nada de eso”, señala el productor Ángel Ventura, quien dice que los productores tendrán que renegociar sus deudas con la banca privada.

Enfrentan el cambio climático

El cambio climático, dice  Antonio, productor manguero de Chahuites, “no lo conocíamos. La verdad no sabíamos de qué se trataba. Sólo escuchábamos la palabra, pero ahora con las lluvias de noviembre y diciembre del año pasado, los fuertes vientos de febrero y marzo de este 2022 y las bajas temperaturas que retrasaron la producción y después tiraron las primeras cosechas, ya entendí que ese famoso cambio climático nos trae puro perjuicio”, dice don Toño.

Para Magdalis Padilla, la administradora general de la empacadora El Tabernal, de San Francisco Ixhuatán, los productores de mango de exportación y consumo nacional tenían buenas expectativas, pero llegaron los fuertes vientos y las bajas temperaturas y la producción cayó.

También, añade,  México compite ahora en el mercado estadounidense con el mango que produce Perú, que se cosecha tres meses antes que el tommy y el ataulfo mexicano.

De 180 tráileres cargados con las cajas de mango que despachaba la empacadora El Tabernal durante la cosecha de febrero a mayo, para este 2022 los despachos serán menos, por la caída de la producción. Como resultado de ese desplome, coinciden otros productores, las huertas se ven “tristes”, sin los cortadores de fruta.

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“Desde que dejaron de comprarnos las empacadoras, ya no vemos la alegría en las huertas”, admite don Ángel Ventura, quien agrega que además de los 5 mil productores de mango, han sido afectadas unas 15 mil personas más procedentes de Chiapas, Veracruz y de la zona oriente del Istmo que participan en el corte, empaque y transporte del mango

“La economía de la región se desinflará. Vamos a ver cómo le haremos, lo primero será renegociar nuestras deudas”, exclama Ventura.
En la temporada pasada, comentan por separado los productores, una caja de mango se compraba en 450 pesos; ahora, tras la caída de la producción, los “coyotes” la estaban pagando en 150 pesos, el 9 de marzo pasado, y para el 11 de marzo, el precio bajó hasta 100 pesos. 

Guerra entre Rusia y Ucrania, otro factor

Todos los productores señalan también que con la guerra de Rusia y Ucrania, el mercado de Estados Unidos se centró en la compra de energéticos y armas, por lo que habrá que tener prudencia en 2023, ya que el precio del fertilizante impactará en el campo mexicano.

De acuerdo con los productores del fruto, producir una hectárea de mango oscila entre 25 mil y 35 mil pesos; para 2023 la inversión será mayor porque el fertilizante que compra México, necesario para obtener un rendimiento mayor, es producido en gran escala en Rusia y Ucrania, por lo que seguirá aumentando de precio. A fines de 2021, el bulto de 50 kilos costó 700 pesos, ahora cuesta mil 200. Resignado, dice Don Toño, “el mango ahí madura”.

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