Recordó que desde 1967 les confirmaron la resolución de sus tierras por 600 mil hectáreas, mientras que a fines de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó que 162 mil hectáreas de selvas y bosques, que habían sido invadidas por ejidatarios chiapanecos, forman parte del territorio oaxaqueño.
En ese entonces, recordó, los comuneros tomaron la decisión de impedir que se consumara el despojo de sus tierras por parte del gobierno federal y con la complicidad de los gobiernos estatales de Chiapas y Oaxaca, y recuperaron masivamente las 44 mil hectáreas en 1994.
Un año más tarde, los zoques de Santa María Chimalapa declararon esa zona recuperada como “reserva campesina de San Isidro la Gringa”, que hasta ahora ningún gobierno federal quiere reconocer.
López Obrador expuso que esperaba el consentimiento de las comunidades oaxaqueñas y chiapanecas que viven en esa área, pues a pesar de la resolución de la Corte, según el Presidente de la República, aún enfrentan un conflicto de tipo social.
Cabe destacar que la SCJN dio dos años a las legislaturas de ambas entidades, a partir de noviembre de 2021, para solventar todas las implicaciones de la resolución que es inatacable.
Desde ayer jueves, gran parte de los representantes auxiliares de las autoridades municipales y agrarias de los municipios de San Miguel y Santa María Chimalapa, conectados en nuestra red de comunicación celular, dijo Miguel Ángel García Aguirre, definieron su postura con un no rotundo a la reserva de la biósfera, en cuanto conocieron la pretensión gubernamental. Las autoridades de todos los niveles, indicó, deben sujetarse a la resolución de la SCJN, indicó.
Miguel Ángel García Aguirre adelantó que, en unos días más, acompañarán a diversas autoridades comunales y municipales de Santa María y San Miguel Chimalapa a un recorrido por las seis subregiones de ambos municipios para informarles, de viva voz, la pretensión del gobierno de México, pero también para que conozcan en detalle qué ordenó la SCJN a los diputados locales de Chiapas y de Oaxaca y tomen sus decisiones.
Los comuneros chimalapas no van a aceptar el régimen de reservas de la biósfera y en todo caso van a trabajar a favor de la reserva campesina, por varias razones. Una de ellas es que en la reserva de la biósfera es el gobierno quien decide los mandos directivos y los planes de manejo de flora y fauna y en las reservas campesinas, son los comuneros, en asambleas libres, nombran a sus representantes y entre todos elaboran los planes de manejo, explicó.