“Buscó unificar los sistemas educativos entre diferentes países latinoamericanos y México. Tenía una visión integradora de la educación que le llevaba a considerarla como el más grande derecho fundamental de las personas”, señaló el IEEPCO en un comunicado.
De acuerdo con sus ideales, esta institución debía enseñar y preparar a una generación de humanistas que colaboraran con la sociedad.
Fue él quien propuso al Consejo Universitario de la Máxima Casa de Estudios el logotipo que ostenta la UNAM hasta el día de hoy, además del lema que lo ha acompañado desde entonces: “Por mi Raza Hablará el Espíritu”.
El 12 de octubre de 1921, asumió la titularidad de la naciente Secretaría de Educación Pública (SEP), misma que dirigió de 1921 a 1924; ahí organizó esta dependencia en tres departamentos: Escolar, de Bellas Artes y de Bibliotecas y Archivos, asimismo impulsó la educación popular, inició el reparto de desayunos escolares y promovió la pintura mural.
Al respecto, el director general del IEEPO, Francisco Ángel Villarreal, invitó a estudiantes, maestras, maestros, padres, madres de familia y sociedad en general a “revalorar las aportaciones más significativas del filósofo, abogado, educador y político, promotor de grandes modificaciones, creador de bibliotecas y acervos para que la literatura y el conocimiento estuvieran al alcance de todos los ciudadanos”.