Ciudad de México.- El
Cerro de la Estrella en la
Ciudad de México se vistió de colores, sabores, emoción, algarabía y aplausos con la presentación de la
Guelaguetza y un concierto de
música oaxaqueña, ambas actividades encabezadas por el
gobernador de Oaxaca,
Alejandro Murat Hinojosa.
El elenco estuvo a cargo de la Compañía Estatal de Danza Costumbrista de Oaxaca, en conjunto con la banda Donají, quienes presentaron una muestra de los bailes y música de las ocho regiones del estado.
Al Predio de la Pasión acudió la secretaria de Cultura de CDMX; Claudia Curiel, así como las autoridades de la alcaldía Iztapalapa, ante cientos de personas que llenaron el espacio para presenciar el mayor espectáculo del estado.
Foto: Yalina Ruiz
Personas de la tercera edad aprovechaban para bailar los sones; "ojalá vuelvan a llevar la Guelaguetza a Iztapalapa”, señalaron asistentes a
EL UNIVERSAL, mientras los comerciantes no se daban abasto por las largas filas que solicitaban una
tlayuda.
La gente se mostraba feliz aplaudía y movía los sombreros a la par de la Canción Mixteca al recordar sus raíces, pues en Iztapalapa viven muchas personas originarias del estado, de acuerdo con Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa.
Como es tradición, la fiesta inició con las chinas oaxaqueñas, continuó con los sones y jarabes mixes, sones del Istmo de Tehuantepec, un jarabe del Valle, la Danza de la Pluma, el jarabe mixteco, los coloridos y majestuosos trajes de Flor de Piña, los sones y chilenas de Pinotepa Nacional con sus picarescos versos.
En algún momento, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa hizo guelaguetza, es decir, obsequió a los presentes como productos típicos de las regiones, como es la tradición en los Lunes del Cerro de Oaxaca.
Pese a los rayos del sol , cientos de asistentes que se dieron cita en el Predio La Pasión abarrotaron el lugar desde temprano, cuando aún seguían llegando personas de diversas latitudes de la Ciudad de México.
Mientras se llevaba a cabo la Guelaguetza, a un costado se encontraba una carpa con diferentes productores desde las tradicionales tlayudas, el tejate, café oaxaqueño, alebrijes, blusas y rebozos en telar de pedal, algunos comerciantes ya no contaban con tlayudas por la alta demanda de visitantes.