“Estos actos de violencia siguen atentando contra la vida de la población oaxaqueña sin que la estrategia de seguridad del Gobierno garantice el tránsito libre y seguro en las calles, y ahora, la libre convivencia y desempeño de las funciones académicas, administrativas o asistenciales de los trabajadores en las escuelas”.
Estas omisiones, agregó, han ocasionado que los compañeros organicen el retorno a las aulas con la siempre solidaria participación de los padres de familia quienes asumen varios costos y comisiones para garantizar que sus hijos acudan a clases en las mejores condiciones.
“Sin embargo, el crimen que acabó con la vida de nuestro compañero, rebasa la organización natural de padres, maestros y directivos, mismos que permanecen en la indefensión ante el clima de inseguridad que prevalece en la entidad oaxaqueña con la complacencia del Gobierno del Estado”.
En este marco grave de inseguridad, la Sección 22 exigió al Gobierno Federal y del Estado garantías de salud, infraestructura y de seguridad para los estudiantes, padres y madres de familia y nuestros compañeros trabajadores de la educación.
“Ratificamos la exigencia irrenunciable de justicia para nuestro compañero Silvestre Luciano Hernández y de todos nuestros camaradas que han perdido la vida en la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores, de los pueblos originarios y organizaciones sociales.
Finalmente, manifestó que ante la falta de garantías de seguridad para los oaxaqueños, los trabajadores y el pueblo, “es momento de priorizar la organización y la unidad para salir a las calles a exigir mejores condiciones de vida. No permitamos que la violencia y los homicidios amenacen y se apoderen de la tranquilidad de nuestros espacios escolares, urge revertir la crisis de seguridad en Oaxaca”.