¿Suicidio? Tipificar asesinatos de mujeres como feminicidio, primer obstáculo para la justicia en Oaxaca

Las primeras tipificaciones de los delitos surgen de primeras declaraciones de víctimas o familiares que, estando aún en shock, omiten detalles o son simples testigos de oídas, ya que no estaban presentes, afirma experta

El feminicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de las manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas
El feminicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de las manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas. Ilustración: Eko
Estatal 12/04/2022 12:55 Roselia Chaca Actualizada 12:55

Juchitán de Zaragoza.— El presunto asesino de Berta J. D. fue capturado en 2021, después de la gran presión mediática de organizaciones de mujeres y activistas feministas del Istmo de Tehuantepec.

Fue detenido bajo el cargo de homicidio calificado con ventaja, pero después de las investigaciones realizadas por el Centro de Atención y Ayuda a la Mujer Istmeña (CAAMI), en las que se confirmó que la víctima sufrió reiterada violencia por parte del agresor, el caso se reclasificó como feminicidio.

El próximo 3 de mayo, el presunto asesino de Aurora, una niña de siete meses de la zona oriente del Istmo, será juzgado como feminicida, luego de que se demostrara que no fue homicidio; la reclasificación se logró en audiencia tras un arduo trabajo en el que se demostró que existían las agravantes. 

Podrá alcanzar una pena mínima de 60 años de cárcel y un máximo de 80; si se mantuviera como homicidio simple, recibiría 30 años o menos.

El caso de Fanny Guadalupe L. M., la joven de 16 años que fue asesinada en 2021 por su pareja en San Juan Cotzocón, Bajo Mixe, fue calificado por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) como suicidio después de las declaraciones del agresor, de sus familiares y de las autoridades municipales.

Gracias a la denuncia de la familia de Fanny y la presión de organizaciones, como el Grupo de  Estudios sobre la Mujeres Rosario Castellanos (GESMujer) y la  Asociación Civil Servicios del Pueblo Mixe, se tipificó como feminicidio; a casi un año del crimen, el responsable sigue libre y el fiscal no contesta las llamadas de la familia, acusan.

Cambio de perspectiva

Los casos de Berta, Aurora y Fanny son sólo unos cuantos que se reclasificaron en el último año como feminicidio en los juzgados del Istmo. En los seis años que lleva la abogada Tania Felipe al frente del área jurídica del CAAMI en Juchitán, con la ayuda de un equipo interinstitucional, se han reclasificado 12 carpetas que, en un primer momento, fueron abiertas por el delito de tentativa de homicidio relacionado con la violencia familiar, homicidio simple o calificado e incluso, suicidio.

El caso más reciente es el de Susana D. M,  joven de 18 años originaria de La Ventosa, agencia de Juchitán, cuya muerte fue tipificada como suicidio, aunque su madre Mónica Morales sostiene que fue asesinada en su casa por su pareja, el 12 de marzo pasado.

Afirma que el hombre hizo pasar el crimen por suicidio y que el Centro de Justicia para las Mujeres (Cejume) de la Fiscalía respaldó esta versión. 

“Estoy muy, muy molesta porque la instancia que debe de darnos respaldo y brindarnos justicia no lo hace, y se atreve a pedirme que deje así el caso, que no muestre las fotos que le tomaron a mi hija en la escena del crimen sin sangre.

“Ya he ido a ver a la abogada que lleva el caso en Cejume y mantiene que mi hija se suicidó, cuando el estudio de pólvora que le realizaron estando en el hospital salió negativo, si ella se hubiera suicidado tendría pólvora y no fue así. Así que mi exigencia es simple, que se reclasifique a feminicidio y se detenga a su agresor, que es su pareja”, subraya Mónica Morales a EL UNIVERSAL.

En entrevista, la madre repasa que debido a las constantes agresiones que sufría su hija por parte de su pareja, quien tiene antecedentes penales por portación de armas exclusivas del Ejército, interpuso semanas antes de la tragedia una queja ante la FGEO, pero la  instancia respondió que sólo procedería si la víctima acudía a ratificar, cosa que no sucedió por las amenazas y control que ejercía el agresor sobre Susana.

Tan sólo del 1 de enero al 8 de abril de este 2022, la Plataforma de Violencia Feminicida en la entidad, alimentada por Consorcio Oaxaca, señala  que se han registrado 35 muertes violentas de mujeres; sin embargo, cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que hasta febrero sólo se habían tipificado como feminicidio 11 de ellas, el resto se indaga como homicidio y en el caso de Susana, incluso como suicidio.

Especialización, la clave

La abogada Tania Felipe sostiene que las primeras tipificaciones de los delitos surgen de las primeras declaraciones de las víctimas o sus familiares que, estando aún en shock, omiten muchos detalles o son simples testigos de oídas, ya que no estaban presentes y sólo cuentan lo que les narraron. 

Así que cuando retoman los casos e interviene todo el equipo de investigación del CAAMI, amplían las declaraciones y eso arroja más luz sobre el caso.

“No es fácil llegar a la reclasificación por feminicidio, nosotros armamos todo un equipo, desde especialistas en psicología, en la salud y hasta en criminalística, hacemos trabajo de investigación para demostrar que el caso no es un simple homicidio o un suicidio, demostramos que hubo previas agresiones a la víctima que llevaron a su muerte”, explica la abogada.

De acuerdo con la definición del gobierno federal, el feminicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de las manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas.

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