Febrero. Antes de "los días santos", las calles de San Martín Tilcajete, en los Valles Centrales de Oaxaca, se llenaron de seres fantásticos por su tradicional carnaval previo a la Cuaresma que antecede a la Semana Santa, y que en este año por primera vez un grupo de mujeres salió a las calles ataviadas como demonios, esto pese a ser tradicionalmente una festividad por completo masculina. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Marzo. Por primera vez la población afromexicana que habita la región Costa de Oaxaca fue censada por el Inegi, luego de alcanzar el reconocimiento constitucional publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 9 de agosto de 2019. Con el registro de los primeros casos de Covid-19 en el país, el Inegi dictó medidas sanitarias y asignó recursos adicionales —para jabón y gel antibacterial— con el fin de continuar el censo y disminuir riesgos de contagio. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Abril. La ciudad zapoteca de Juchitán reportó su primera muerte a causa de Covid-19 y vio trastocados sus rituales funerarios por la pandemia. Sin música, sin rezos, la familia de Cuauhtémoc de Gyves de la Cruz, trabajador del Hospital Civil "Macedonio Benitez Fuentes" y activo sindicalista, no recibió el abrazo ni el consuelo de la comunidad por su pérdida, debido a las restricciones por pandemia que comenzaba a dejar las primeros cinco víctimas mortales en el territorio oaxaqueño. Foto: Roselia Chaca. EL UNIVERSAL
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Abril. Juan Vera Carrizal, el exdiputado priista señalado como el responsable intelectual del ataque con ácido contra la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, fue detenido en inmediaciones del Río Salado, luego de entregarse voluntariamente. Él es el cuarto capturado de los cinco señalados en el ataque contra la joven originaria de la Mixteca; el hijo de Vera Carrizal, Juan Antonio Vera Hernández, continúa prófugo y es buscado por las autoridades. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Mayo. El avance de la pandemia se reflejó en la necesidad de habilitar espacios de atención hospitalaria. Como parte del Plan DN-III para la atención de casos de Covid-19 en Oaxaca, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) habilitó cuatro hospitales en el estado para la atención de pacientes críticos que contrajeron esta enfermedad; entre las unidades atendidas por elementos militares se incluyeron el de la Mujer y la Niñez Oaxaqueña, el Materno Infantel de Juchitán, además de dos hospitales militares, uno de Ciudad Ixtepec y otro de Ixcotel. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Mayo. Más de 100 locales fueron afectados tras un incendio en el mercado más grande del estado: la Central de Abasto. El fuego en este lugar comenzó poco después de las ocho de la noche del 27 de mayo en el área de artesanías y ropa tradicional, y se extendió rápidamente por los locales hasta alcanzar comedores y otros zonas del mercado. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Junio. El pueblo ikoots de San Mateo del Mar vivió la masacre de 15 personas, la peor de la que se tiene registro en la historia de Oaxaca, como resultado de un conflicto político-electoral entre la cabecera municipal y otras comunidades. Las víctimas, originarias de la agencia de Huazantlán del Río, fueron linchadas y quemadas como consecuencia de la violencia que escaló en la zona desde un mes antes, y que derivó en un enfrentamiento en un filtro sanitario contra Covid-19 en la agencia La Reforma. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Junio. Un tercer terremoto azotó al estado, ahora en la Sierra Sur. El movimiento con magnitud 7.4 en la escala de Richter con epicentro a 2 km de Crucecita, en Santa María Huatulco, dejó 10 personas fallecidas y más de 10 mil viviendas con afectaciones en municipios de la Costa, donde nació el movimiento sísmico, y en los Ozolotepec, una microrregión de la Sierra Sur habitada por pobladores zapotecas. Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
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Julio. Oaxaca vivió el pico de la pandemia y en ciudades como Juchitán los panteones tuvieron que cavar más tumbas a marchas forzadas. Para entonces, la cifra de fallecimientos era tres veces mayor a los 15 decesos que reportaban de manera oficial los Servicios de Salud de Oaxaca; la mayoría eran personas que murieron en su casa y cuyos casos no se reportaron a las autoridades de Salud, sólo a la regiduría de panteones. Foto: Roselia Chaca. EL UNIVERSAL
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Septiembre. Calles vacías por Covid-19 en plenas fiestas patrias. La suspensión de estas celebraciones como medida preventiva ante la emergencia sanitaria mostró una forma insólita de celebrar el 210 aniversario de Grito de Independencia —con clamores especiales al personal de Salud que se mantenía en la primera línea de combate contra coronavirus—; además de que la crisis económica derivada de esto afectó gravemente los ingresos de vendedores de adorno y banderas, tradicionales. Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
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Agosto. La familia Jarquín, productores de mezcal desde hace casi 70 años en Miahuatlán de Porfirio Díaz, en la Sierra Sur, no dejó de trabajar pese al confinamiento social. Luego de que las comunidades aledañas blindaran sus accesos como medida contra Covid-19, los litros de mezcal dejaron de correr hacia sus principales clientes, y aunque los cierres carreteros como medida de autoprotección no afectaron su producción de mezcal y la forma ancestral en como lo elaboran, sí complicaron que se pudiera mover el producto. Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
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Octubre. Mujeres ayuujk reactivan su economía a través de un colectivo que vende en línea sus gabanes y prendas fuera de la región mixe, elaborados en telar de cintura y que se encuentran en riesgo de desaparecer, pues por la complejidad y trabajo que requieren los artesanos han ido abandonando su elaboración. Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
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Noviembre. La primera persona en vacunarse contra Covid-19 en el país fue un oaxaqueño, ya que aquí se inició el primer ensayo de la fase 3, impulsado por laboratorios de China y Canadá. Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
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Diciembre. Obras del Transístmico amenazan a 200 familias que viven a la orilla de las vías; la obra se retrasó al menos nueve meses a causa del nuevo coronavirus, y los reclamos sociales de comunidades originarias del Istmo de Tehuantepec que han detenido los trabajos de modernización de la línea ferroviaria de 200 kilómetros, así como las observaciones hechas a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
