Cuando llegó el tiempo de decidir qué estudiar, sus opciones eran derecho y cocina. Optó por lo segundo. Estaba en su historia familiar, era lo natural. Al finalizar sus estudios de
gastronomía se especializó en cocina oaxaqueña. Lo primero que hizo fue instaurar su marca de mezcal
Aguas del Corazón a los 21 años de edad, un trabajo divertido para esa edad en donde se la pasaba viajando por Guadalajara, Puebla y Ciudad de México vendiendo diferentes variedades de agave. > >
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Foto: Mario Arturo Martinez Velasquez> > Leer más:
¿Fan de los hongos? Estos recorridos y actividades te interesan> > También tuvo su paso por la cocina de
Origen con
Rodolfo Castellanos en la parte de banquetes y con Celia Florián como su asistente para la organización de eventos y el
Encuentro de Cocineras Tradicionales. “De Rodolfo me quedo con las técnicas y de las cocineras con su sabiduría de ingredientes regionales. Esto hizo que me diera cuenta que la gastronomía oaxaqueña es muy extensa. Gracias pude conocer lo contemporáneo, pero también lo tradicional”, explica. > > En su restaurante,
El Tendajón tiene un poco de los dos mundos en donde hay cabida para las recetas de cantina como el piedrazo que ofrece, para lo tradicional que aprendió con su abuela y las cocineras como el
mole de plátano de castilla, una elaboración que como lo dice ella, tiene de base al
estofado. >>