- Cocer la carne en una olla con abundante agua que cubra la mayor parte de la carne. Agregar una hoja de laurel y sal a fuego lento para que el espinazo desprenda sus jugos correctamente.
- Pelar y picar las verduras en cubos medianos.
- En una cacerola aparte, poner a fuego medio las verduras con los chiles pasilla previamente desvenados.
- Mientras la carne y los vegetales se cocinan, picar aproximadamente tres jitomates y una cebolla en cubos pequeños.
- En la olla en la que se preparará el caldo, sofreír el jitomate y la cebolla con un poco de aceite.
- Una vez que estos ingredientes comiencen a tomar una tonalidad naranja y textura suave, verter las verduras, incluyendo el agua sobre la que se cocieron.
- Posteriormente, añadir la carne junto al
caldo que se obtuvo de ella.
- Dejar de 5 a 10 minutos en el fuego para que los sabores terminen de fundirse.
- Prueba la mezcla y de ser necesario, añade un poco más de sal.
Una vez listo, sirve el
caldo de gato en un plato con un poco de carne, añade limón, cebolla y cilantro picados. Si lo deseas, retira el chile pasilla, o bien, puedes cortarlo un poco y comerlo en conjunto. También puedes variar las verduras dependiendo de tus gustos, añadiendo calabaza, elote o garbanzos.
Este platillo es ideal para estos días en los que la temperatura desciende abruptamente, o para un fin de semana en familia, acompañándolo de tortillas hechas a mano y de la bebida que más te guste. Atrévete a probar esta
receta y llevar un pedazo de
Oaxaca a tu mesa.
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