Casa Embajador, un espacio que rescata los sabores de la cocina y la tradición mezcalera de Oaxaca

Santa María El Tule.— Convencido de la necesidad de posicionar el mezcal de Oaxaca que se realiza con procesos artesanales ante el avance de marcas que llegaron de fuera, hace seis años nació Casa Embajador, un espacio que reúne la historia y tradición de esta bebida con una serie de atractivos que invitan a los visitantes a descubrirla.

Ubicado a dos cuadras del emblemático árbol del Tule, este recinto se ha convertido en un espacio que lo mismo acerca al turista al proceso artesanal con el que nace esta bebida y lo guía a través de las diferentes variedades que aquí se producen, que le ofrece la posibilidad de conocer la verdadera cocina tradicional, que rescata ingredientes e innova en la preparación.

De acuerdo con el ingeniero industrial químico Mijail Zárate Avendaño, la mente detrás de este proyecto nacido en 2016, el espacio surge de “la necesidad de posicionar el mezcal a nivel regional, con buena comida y el mejor mezcal”, algo que en estos años se ha dedicado a explorar con una serie de variedades como el mezcal blanco, los ensambles de hasta cuatro agaves como espadín, tobala, cuishe y tepextate, el reposado en doble barrica y los gran reserva, con 10 años de añejamiento.

El también catador profesional y máster mezcalier define a Casa Embajador como “un parador turístico”, en cuyo concepto agrega un jardín de agaves,  un museo de antigüedades y una fábrica de mezcal artesanal, amenidades que son gratuitas y que buscan convertir en toda una experiencia la visita.

El restaurante en sí, por ejemplo, cuenta con dos palapas con espacio para 120 personas cada una, así como con otros espacios. También tiene áreas con juegos infantiles, un acuario con pejelagartos, peces y tortugas, y  monta de caballos. 

La elección del mezcal

Mijail Zárate no duda cuando le preguntan cuál es la mejor variedad de mezcal. Este catador profesional dice que la respuesta es sencilla: el mejor es el que a ti te guste. Lo anterior, explica, porque ello depende de las papilas gustativas de cada persona y la relación que tenga con las notas de sabor y los grados de alcohol. No obstante, como responsable de Casa Embajador, explica que cuentan con 33 variedades elegidas de manera precisa y a conciencia. 

“Mi carrera me permite seleccionar los perfiles de mezcal que creemos son de buen agrado, que no sepan a humo o  tierra. Esos tienen una falla en el proceso de elaboración. Tienen que tener ese perfil, agua de manantial y características de altura para cultivar los agaves. Eso nos da la garantía de tener los mejores mezcales de México”, afirma.

Entre las variedades con las que cuenta este espacio, el ingeniero y máster mezcalier destaca variedades de agaves silvestres, mismos que son procesados en 26 fábricas con las que trabajan y una ubicada en el parador turístico, con capacidad de producir mil litros.

Las distintas fábricas con las que trabajan, explica, se ubican en comunidades de los Valles Centrales, como Tlacolula, pero sobretodo de la Sierra Sur como Yautepec, Sola de Vega y Miahutlán de Porfirio Díaz, esta última región de la que es originario y de donde ha rescatado platillos tradicionales como el mole negro de boda con guajolote y costillas de cerdo, mismos que ha adaptado para el restaurante. 

Casa Embajador ha recibido dos medallas de oro del Beverage Testing Institute de Chicago y un premio a la excelencia de 
TripAdvisor. Además, exporta mezcal a EU, Canadá, Japón, Suiza, España, República Checa y pronto a Rusia.