Sánchez Morgan es un joven independiente de 20 años, que durante el día se dedica a manejar un mototaxi en Juchitán, mientras que en las tardes de estos días acude, con apoyo de su madre, Sebastiana Morgan Alegría, a ensayos y entrevistas.
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Antes sólo participaban grupos o danzantes con trayectoria o personas afines al grupo político en el poder; no obstante, gracias a que la autoridad municipal abrió la convocatoria, Gustavo Sánchez logró cumplir uno de sus sueños, así como otros bailarines que por primera vez representarán al pueblo zapoteca en la Guelaguetza.
Sebastiana Morgan dice que su hijo es muy persistente en lo que se propone. Un día, cuenta, lo envió al municipio a dejar sus documentos para el servicio militar, pero al ver la convocatoria de danza depositó sus papeles en la Dirección de Cultura; un mes después fue elegido con 27 bailarines más.
“No sabía si había realizado el trámite bien, así que fui a ver con él al otro día. Primero creí que se había equivocado de oficina. Le dije ‘no, allí no Gustavo, eso es danza’. Él me respondió que no se equivocó, que eso era lo que quería. Yo siempre he visto a Gustavo como un tesoro, mi tesoro, pero ahora todo el mundo verá ese tesoro que es mi hijo”, comenta.
Gustavo mostró una habilidad para el baile desde niño, sólo con sentir las vibraciones del sonido. Sus primeros pasos en un grupo de danza fueron en la secundaria. A este joven le apasiona enseñar a otras personas a bailar, por lo que su madre le ve madera de maestro de danza.
“Me emociona mucho su logro, conseguir su sueño. Desde niño iba de chambelán en las fiestas; lo buscaban mucho en la colonia donde vivimos. Yo estoy sorprendida de cómo logra enseñar a niñas a bailar en sus fiestas de quince años o clausuras de los ciclos escolares. Tiene un don para la enseñanza”.
Esta es la primera vez que Juchitán estará representado por una delegación surgida de una rigurosa selección y no por un grupo de danza formado. Por primera vez en décadas, hubo una competencia abierta a la participación de personas de todas la edades y condiciones, lo que la convierte en la delegación más inclusiva de las que se presentarán en la Rotonda de las Azucenas, indica Iber de Jesús Orozco, director artístico.
“Es una selección que salió del pueblo, con hombres y mujeres que van de los 42 años a los 18 años; por primera vez no es un grupo de danza. Tenemos a Gustavo que tiene desarrollado el aspecto visual, lo que le ayudó a adaptarse rápido. Es una delegación inclusivo-profesional que dará lo mejor de sí al bailar parte de nuestras tradiciones”.