Con Hechizadrags, visibilizan en Oaxaca el trabajo de artistas drag morenas e indígenas

Oaxaca de Juárez.- "Los espacios en Oaxaca se están abriendo para el arte drag y mostrarlo es también visibilizar nuestro trabajo como personas morenas, LGBTIQ+ y originarias de comunidades indígenas", sostiene el drag king Black Desire.

Mientras prepara el show que presentó este sábado en el Centro Cultural Reforma, a iniciativa de la Secretaría de Arte y Cultura del municipio de Oaxaca de Juárez, el artista habla con EL UNIVERSAL acerca de Hechizadrags.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Black Desire y Mysteriah, artistas drag de origen oaxaqueño, comentan que éste no es el primer acercamiento del municipio con la comunidad LGBTIQ+.

La marcha de la Diversidad Sexual del pasado 28 de junio tuvo el acompañamiento del municipio y, al término, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, expresó su compromiso con garantizar los derechos de la comunidad.

Tras ello, artistas drag han participado en eventos en los que también se ha involucrado el Ayuntamiento, organizados por iniciativas civiles como la Red Oaxaqueña por el VIH (Rovih), con el fin de romper estigmas sobre el virus e informar a las personas sobre tratamientos y prevención.

Black Desire y Mysteriah iniciaron su carrera hace poco más de un año y, desde entonces, han sido parte de la apertura de espacios y oportunidades para drag queens y drag kings.

El proceso del drag

Esta expresión artística, acotan, trata de la creación de un personaje que puede tener cualquier identidad y orientación sexual, que exagera sus características y se expresa en performances al público para crear empatía y hacer llegar mensajes de orgullo y fuerza para la comunidad LGBTIQ+.

Black Desire es el único personaje drag con identidad masculina que se presentó en Hechizadrags. Al respecto, relata que construyó su personaje mediante su afinidad al baile.

A sus 19 años, Black Desire aspira a formarse profesionalmente como bailarín y su persona drag es una forma de pulir y demostrar sus habilidades. "Me siento más cómodo con un drag masculino", señala.

Asimismo, apunta que su nombre, Black Desire, proviene de una referencia al color de su piel y al deseo que le motivó de presentar su propuesta, basada en el baile, ante el público. "Es un personaje que viene de la calle, con piel morena y con mucho orgullo de ello", agrega Black Desire, originario de la Sierra Sur, quien considera necesaria hacer visible la presencia de personas nacidas en comunidades indígenas en las expresiones artísticas de la comunidad LGBTIQ+.

De su lado, Mysteriah, quien es originaria de la ciudad de Oaxaca, apunta que es un avance que se abran las puertas al drag en espacios que son para toda la familia y no sólo en centros nocturnos: "Ya tenemos un cachito pavimentado para las generaciones más jóvenes", sostiene.

Aumenta aceptación

Y aunque en muchas ocasiones reciben a través de redes sociales comentarios de odio, indica que poco a poco ha crecido la aceptación entre la gente.

En sus redes sociales, Mysteriah ha recibido mensajes de otras personas en edad adolescente, quienes reconocen su trabajo y además buscan que estas expresiones lleguen a espacios a donde puedan asistir en familia, agrega.

"Muchas veces no nos ponemos a pensar que detrás de todo el performance, el maquillaje, de las pelucas y todo eso, hay un ser humano que siente, que come”.

Una gran responsabilidad

"Es también una gran responsabilidad para quienes hacemos drag, el comunicar en los shows mensajes que impacten de forma positiva", reconoce.

Antes de nacer como drag queen, Mysteriah era una fan del arte drag pero a través de su personaje buscó crear algo original y diferente, no orientado sólo a la belleza. "Para mí el drag es un escape, una forma en la que he aprendido a ser más tolerante y comprensiva con las demás personas que se dedican a esto", reconoce.

Asimismo comenta que en el camino de su carrera como artista drag, ha tenido la oportunidad de conocer a personas que se dedican a lo mismo y aprender en conjunto.