Según información oficial, el programa atiende a población de lugares que por su situación geográfica sufren exclusión y violencia, por lo que mediante actividades artísticas se busca la inclusión.
En esta presentación en el Auditorio Nacional, por ejemplo, se presentó una puesta en escena con niñas y niños habitantes de lenguas originarias como maya, ñu savi, náhuatl, amuzgo, hñahñu, tsotsil, tu'unsavi, yaqui y yumhú, del semillero nacional de lenguas indígenas.
El evento comenzó con la interpretación de una pieza del compositor mexicano Arturo Márquez titulada “Alas”, bajo la batuta del director Roberto Rentería, en el cual la primera bailarina Elisa Carrillo participó con el semillero de danza.

Los ánimos iban subiendo entre una pieza de Francisco Gabilondo Soler (Cri-Cri), denominada “El baile de los muñecos”. La sinfonía del nuevo mundo del compositor Antonin Dvorák.
También, la música popular se hizo presente, con la participación de la Orquesta y Coro de Música Tradicional Mexicana, junto con coros comunitarios que acompañaron a la cantante mixteca Lila Dows, con la pieza "Nuestra Casa es un país".

Además, en el evento participaron el flautista Horacio Franco, la rapera zapoteca Mare Advertencia Lirika, quién interpretó “Mi gente", y el show de “31 minutos” que interpretó las piezas “Baila sin cesar”, ”El Dinosaurio Anacleto” y “Nunca vi televisión”, que pusieron de pie al público presente.