Claudio Martínez, escultor y artesano, expresa su emoción: “Comencé poco a poco, vamos mejorando nuestra técnica de tallado en madera, me da mucho orgullo que se muestre un poco de lo que hacemos”.

Claudio Martínez inició como artesano en 2012, cuando por curiosidad vio a un familiar trabajar en los accesorios para los danzantes, así como en figuras de madera en miniatura.
Desde entonces, él y su familia elaboran también aretes y llaveros, entre otros, pues “no todos tienen la posibilidad de adquirir una máscara grande, así que se llevan accesorios pequeños como recuerdos”, detalla el tecomaxtlahuaqueño.
La familia de Claudio es de las pocas que ofrecen el servicio de reparación de obras en este municipio, pues muchos de sus clientes son pobladores locales.
“No falta quien quiera seguir conservando su misma máscara o bien que no tenga ingresos para poder comprar una [nueva], entonces nosotros las reparamos. De repente alguien quiere cambiar de color su careta”.
“Los Moros adoran a Mahoma y los cristianos o Santiago veneran a Jesús, es donde empieza el desafío”, explica Miguel Ávila Trujillo, quien también es escultor de esta comunidad.
“Cuando Los Santiago vencen al Moro Capitán, es ahí donde Santiago es quien dice: ‘Toquen Guerra que es preciso vencer a otro contrario’. Cuando cae el Moro Capitán, se lo lleva El Diablo. El Mahoma trata de salvar al Moro Capitán, pero los diablos se lo llevan, entran con su chicote.
“Es así como se representa el personaje El Diablo, da gusto que se lo llevan, empiezan a bailar las chilenas”, relata
A diferencia de otras regiones en las que se practica esta danza, en donde es común que cada Diablo baile solo, en Tecomaxtlahuaca se baila en pareja.
“Donde hay Santiago, hay diablos, porque es la continuidad de la danza, pero acá nos caracteriza justo el bailar en par”, dice el artesano Miguel Ávila.
La danza de Los Diablos vive un apogeo desde los últimos cinco años. Miguel Ávila insiste en que no sólo se trata de la danza, sino también del trabajo de las artesanas y artesanos.
“Creo que es importante que los jóvenes se acerquen a los oficios, para seguir conservando nuestras danzas”, señala al tiempo que reconoce que no todos los oficios alrededor de estas fiestas están en auge, pues los artesanos dedicados a la talabartería son escasos.
