Juxtlahuaca.— En careta de ahuehuete, el escultor y artesano César López Ponce le dio forma al señor que cuida el monte, Tabayuco, para la nación savi de  la región Mixteca de Oaxaca. La obra obtuvo el primer lugar en el XXII Premio Estatal de Arte Popular Benito Juárez 2022.

“Han sido 17 años de trabajo y se siente bonito que se le reconozca a uno”, dice el escultor desde su pequeño taller.

El también artesano y profesor de primaria cuenta que  el trabajo que lo llevó a ganar el primer lugar en la categoría de tallado de madera fue una  máscara para la danza de Los Diablos. La pieza fue diseñada por el artesano y  representa el rostro del Tabayuco, considerado el  cuidador de la naturaleza.

 

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“El Tabayuco es el señor o cuidador del monte. Protege a los recursos naturales. Con él hay que pedir permiso siempre, de ahí nació el nombre de la obra que presenté para ser seleccionado”, dice el artesano  mientras muestra  sus obras.

Foto: Juana García

Recuerda que todo coincidió para trabajar en el Tabayuco, pues el trozo de madera de sabino lo encontró varios meses atrás, antes de finalizar la temporada de lluvias, cerca de un  río. “Esa madera me pareció la indicada. Qué mejor que un pedazo de madera del monte. Lo hice  sin ningún boceto, hasta que salió. De hecho, lo concluí la tarde del día anterior de la presentación”, cuenta.

En tanto, los cuernos que  lleva son de un chivo semental de hace años. “Me tardé horas en encontrar los cuernos, todo con la idea de representar al Tabayuco, hasta que di con  los ideales por la vigorosidad de los chivos. Mientras más grandes, más fuerza tienen y justo de eso trata el personaje”.

Acerca del Tabayuco,  explica que algunos habitantes consideran que es “la cosa mala”, mientras que otros lo entienden como un espíritu bueno.

Al artesano le llevó casi tres semanas concluir la máscara, debido a su horario como docente y otros encargos en los que trabaja, la mayoría basados en leyendas que existen alrededor del pueblo. Aunque también elabora de personajes de cómics o superhéroes.

Aunque trabaja con la técnica tradicional de los artesanos de esta zona de la Mixteca, a diferencia de otros, la mayoría de sus obras son bajo pedido, por lo que es el cliente quien indica cómo  la quiere. “Yo soy de la idea que a como mejor se sienta el cliente, para que al momento de bailar, disfrute de la danza”.

Foto: Juana García

 

Más pedidos tras pandemia

 

La calidad de su trabajo ha hecho que este artesano exporte sus obras a Estados Unidos, a ciudades como Oxnard y Madera, en California, así como a Nueva York y Nueva Jersey.

El éxito de sus piezas  lo adjudica al tipo de pintura, pues dice que es  diferente a los demás y por eso lo buscan para realizar trabajos de cómics. “A lo mejor nos salimos fuera de lo tradicional, pero al final el danzante se debe sentir a gusto y por eso tantos pedidos”, señala. 

Foto: Juana García

Entre las maderas que utiliza para elaborar las máscaras, el artesano dice que recurre comúnmente al cedro, al ocote y al sabino o ahuehuete, con las cuales ha elaborado las decenas de máscaras que se resguardan en su taller. Incluso, asegura que tras la pandemia las ventas aumentaron, principalmente por pedidos desde EU. La demanda es tanta, explica, que  ahora le ayuda su hijo de 13 años, quien ya tiene sus propias máscaras y hasta clientes propios. 

“Creo que nuestros paisanos no salían por la pandemia, por eso ahorraron y comenzaron a comprar máscaras. Ahorita bajó un poco, pero nosotros seguimos trabajando”.

El artesano comenta que algunos de sus clientes desde el extranjero, en su mayoría migrantes,  han comenzado recientemente a pedir que los accesorios de las máscaras, como los cuernos, sean importados para que sean más ostentosas. 

 

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“En  Juxtlahuaca hay decenas de artesanos muy talentosos. Por ello, cada uno tiene sus clientes, aunque muchos tienen poca difusión. Ojalá y algún día que más gente nos visite sepan que es la cuna de los artesanos de las máscaras de Los Diablos”, dice el profesor, quien pide que los conocimientos se compartan para que las nuevas generaciones  conozcan sobre la elaboración de máscaras y así se conserven también las danzas.