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Este es el príncipe que convirtió a Apoala y Achiutla en leyenda

¿Por qué el atardecer es naranja? La leyenda Mixteca que lo explica y coloca a Apoala y Achiutla como escenarios protagonistas

¿Por qué el atardecer es naranja? La leyenda Mixteca que lo explica y coloca a Santiago Apoala y Achiutla como escenarios protagonistas. Foto: sisplade.oaxaca.gob.mx
29/09/2025 |12:00
Jessica Gayosso
Redactora en los sitios regionales de EL UNIVERSALVer perfil

Si te has preguntado alguna vez por qué el cielo se tiñe de color naranja cuando el sol se despide, la respuesta podría estar en la región de , y en cómo fue el escenario de una épica batalla, protagonizada por un héroe legendario.

Conoce la historia de un joven príncipe, que, según las leyendas, es el guerrero que le dio a Santiago Apoala su fama eterna.

El origen de todo: Apoala

Esta fascinante leyenda comienza en la región Mixteca, en Apoala, considerada la cuna de los primeros hombres de la Tierra. Se cuenta que un imponente árbol creció en esta región, y de sus gigantes raíces surgieron los primeros habitantes.

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Con el paso del tiempo, la población en la ciudad de Achiutla creció mucho, haciendo que la vida se tornara difícil. Fue entonces cuando uno de los hombres nacidos de este árbol divino, y a quien se le designó como príncipe por sus orígenes mitológicos, se puso de pie para liderar a su gente.

Se caracterizaba por ser fuerte, sabio y por su determinación para explorar nuevas tierras para su pueblo.

La gran batalla contra el Rey Sol

El joven caminó durante horas, enfrentando el cansancio y la desesperación. Finalmente, llegó a un lugar donde el sol brillaba de forma incandescente. Ahí comprendió que el sol no era solo un astro, sino el rey del lugar.

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Entonces decidió que, por su gente, pelearía contra el poderoso astro. Sacó sus arcos y flechas, y el valiente joven, conocido también como “El Flechador del Sol”, disparó contra el Sol. Atacó una y otra vez hasta acabar con todo su arsenal.

El atardecer naranja

La batalla duró un día completo. Al notar la lucha incansable del príncipe, el Sol reaccionó y desprendió sus poderosos rayos de color naranja. Se cuenta que este color es el de sus heridas tras el enfrentamiento con el joven valiente.

El Sol se mostró generoso con el guerrero y, después de una intensa guerra, les dio sombra a él y a su gente para que tuvieran unas nuevas tierras donde vivir.

Así que, la siguiente vez que veas un atardecer, recuerda que el valiente y sabio guerrero nos regaló uno de los fenómenos más bellos de la naturaleza, que a su vez convirtió a la región de Apoala en una leyenda que seguirá trascendiendo por generaciones.

Cuéntanos tu versión de esta leyenda.

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