Exponen en el CaSa “Rostros Atemporales”, muestra que reúne 700 máscaras de Oaxaca y del país
Las piezas provienen de distintos estados del país y forman parte del acervo del antropólogo oaxaqueño René Bustamante, quien en 1973 comenzó a coleccionarlas
Oaxaca de Juárez.— En 1973 René Bustamante era estudiante de antropología y su interés por la simbología de los textiles lo llevó hasta Huazolotitlán, en la región Costa de Oaxaca, donde encontró un huipil que en ese momento lo portaba un hombre, que además usaba una máscara de mujer.
Bustamante recorrió distintas comunidades de la Costa Chica de Oaxaca, “durante ese viaje estuve viendo una serie de danzas, no era mi plan, ni mi asignación de la escuela, pero a partir de ese momento dije, esto es lo mío, esto es lo que me interesa, y me di cuenta de la importancia fundamental que tienen las danzas en las comunidades”.
Fue con ese interés que este antropólogo oaxaqueño en los últimos 50 años ha logrado conformar una de las colecciones más importantes de máscaras mexicanas, una parte de ella integra la exposición "Rostros Atemporales. Evolución y permanencia de las danzas y máscaras mexicanas" que se exhibe en la galería de la planta baja del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) del 16 de diciembre al 28 de abril de 2024.
“Las danzas son materiales didácticos, a través de las danzas se les enseña a las nuevas generaciones historias, pueden ser historias relevantes que sucedieron en la comunidad o pueden ser festividades agrícolas, tienen una gran importancia en las comunidades, en ese momento vi a las danzas como parte de nuestra memoria histórica y parte de todo un proceso que venía de muy atrás, de antes de la conquista. Comencé a ir al estado de Guerrero, me metí en otros estados de México, pero con una idea más clara de documentar las danzas donde se usaban máscaras, aunque también me tocaba ver algunas donde no usaban máscaras” detalló Bustamante.
En la exposición se encuentra la primera máscara que adquirió hace 50 años y con la cual inició su colección, se trata de una pieza que tiene alrededor de 170 años, es de Corralero, Oaxaca, en la Costa Chica, la usaban para la danza de los Pescadores y esta en especial representa a un caimán.
Bustamante mencionó que "el impacto más fuerte que producen las danzas y máscaras mexicanas, aparte de su fuerza estética, es la extraordinaria variedad de ellas. Las máscaras también permiten expresar miedos, fantasías o hechos históricos concretos, o actuar fuera de los convencionalismos sociales, culturales o religiosos. Resuelven dilemas y rompen tabúes, estableciendo otras formas de comunicación. Muestran y ocultan”.
Contó que muchas veces los mismos danzantes realizan sus máscaras, pero a veces hay uno o dos talladores en los pueblos, “aunque es algo que se está acabando, los talladores de máscaras, los que hay están para satisfacer al mercado, hacen máscaras para vender en tiendas y te das cuenta porque hay diferencias tremendas a las máscaras que se usan en las ceremonias, cada pueblo y cada lugar tiene sus propias dinámicas”.
Sobre los temas que abordan en las danzas, Bustamante dijo que existe una multitud de temas, hasta este momento él lleva 88 temas documentados de danzas titulares. Y una de las danzas más populares en el país es la de Conquista.
“Prácticamente en todos los estados tienen alguna variación, se llaman ciclo de danzas de la Conquista, dentro de ese ciclo están los Moros y Cristianos, que tienen una cantidad de personajes increíbles, tienes a los Moros, a los Cristianos, a Santiago Apóstol, que siempre lo muestran sangriento y con la cara cortada, es el santo que los españoles trajeron después de supuestamente desterrar a los Moros de España, el hijo de Hernán Cortés trajo esa danza al Valle de México, es un tema religioso, pero también es un tema moral donde se muestra el choque entre las dos culturas, porque los Moros son la gente nativa de México”.
El antropólogo mencionó que la segunda danza más importante es la de los tigres, “aunque no hay tigres en México, aquí tenemos jaguares, pero los españoles nombraban arbitrariamente, desde su forma de ver, a los animales, las plantas, a los cerros, les cambiaban los nombres, los tigres son en realidad son jaguares, el jaguar es una deidad importantísima, es un símbolo agrícola, de fertilidad, es un símbolo del agua, es el símbolo más importante del maíz”.
En el caso de danza de jaguares, dijo que tan solo en el estado de Guerrero existen 16 variaciones, eso da una idea de la importancia de esa danza porque muestra el ciclo agrícola.
En la exposición también se incluyen máscaras que son utilizadas en danzas que tienen lugar durante el Día de Muertos y danzas de los Diablos, personajes que Bustamante considera tienen un papel importante en las comunidades, porque el diablo es el que puede hacer lo que sea.
“No había diablos en la época prehispánica, todas las figuras, los españoles las llamaron en forma derogatoria Diablos para poner abajo las deidades nativas, pero la gente adoptó la figura del diablo bíblico con dos cuernos y entonces el Diablo en las comunidades es como el terapista, de ahi viene su importancia, porque es quien rompe las tensiones, cuando se presenta genera un diálogo entre el público, que es la gente del pueblo, en ese momento muchas veces en los pueblos la gente empieza a hablar de sus diferencias, el diablo puede señalar algunas cosas que hizo el Presidente Municipal o el sacerdote, la gente se ríe, se dan cuenta que tiene algo de cierto, pero está permitido porque es el diablo”.
René Bustamante lamentó que varias danzas se estén acabando rápidamente y él se ha enfocado en documentar las que siente que no están suficientemente documentadas.
“Por ejemplo la de los Xantolos de la zona Huasteca, partes sobre todo de Hidalgo, San Luis Potosí, del norte de Veracruz y sur de Tamaulipas, se han ido borrando por decirlo de alguna forma, de un año a otro dejan de bailarlas, voy un año y hay danzas, al siguiente año regreso y ya no hay. Son diferentes razones, muchas económicas o políticas, desafortunadamente hoy en día por el crimen organizado, el aspecto del tráfico de drogas en algunos lugares, la violencia que existe en partes de Guerrero, Michoacán y Sonora, ha limitado muchísimo que se lleven a cabo las danzas, simplemente porque hay violencia o algún conflicto, el crimen organizado ha generado una cantidad de problemas al interior de las comunidades, no es posible documentar todas las máscaras”.
“Rostros Atemporales. Evolución y permanencia de las danzas y máscaras mexicanas”, indicó Bustamante, es una exposición que le debía al CaSa, “todas las exposiciones que he tenido aquí en realidad, se venían hablando de mucho tiempo atrás con Francisco Toledo y finalmente se han realizado”.