El boletín señala que en el Geoparque, se mantienen prácticas tradicionales como el “tequio” (palabra que deriva del náhuatl tequitl) o trabajo por el bien común que se ha llevado a cabo en las distintas etapas del lugar, en el cual participan la población local y las personas visitantes.
Se trata de servicio comunitario -sin retribución económica- que se realiza de manera voluntaria: preparar comida para las fiestas del pueblo, limpiar el espacio donde viven y, recientemente, reforestar; recoger basura en los espacios públicos, entre otras tareas.
Un método que se conserva desde hace más de dos mil años en la Mixteca es el uso de lamabordos, sistemas de terrazas agrícolas que se construyen sobre los canales naturales de drenaje o cañadas.
De acuerdo con la página electrónica de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, tienen entre sus beneficios capturar el agua y contener los suelos, mitigan la degradación ambiental y crean tierras productivas en laderas escarpadas.
A través de ellos, se pueden manejar los escurrimientos superficiales y retener la humedad, además sirven de refugio para la biodiversidad, entre otros servicios ecosistémicos.
“Estas terrazas de cultivo se forman a partir del orden de un río y captan tanto el agua como los sedimentos. Es como si estuvieran atrapando los suelos y el agua alojados en zonas ubicadas entre la montaña y el valle”, detalló Ramírez Miguel.
Al atrapar el vital líquido y sedimentos se forman suelos ricos para la agricultura, ya que son abundantes en minerales, “Ahí se siembran cultivos como el maíz y en el pasado, lo que consideramos la milpa, una combinación de maíz, calabaza y frijol”, relató.
Actualmente la Mixteca tiene zonas secas o con poca lluvia y estos camellones o lamabordos facilitan los cultivos a través del aprovechamiento de estas zonas húmedas de agua y suelo para alimentar a la población. “Es importante que exista una continuidad en las poblaciones en cuanto a sus costumbres, y que estas terrazas agrícolas son una alternativa en tiempos de sequía”, consideró.
“Ahora tenemos visitantes, sobre todo estudiantes e investigadores, que realizan o realizaron proyectos en el territorio sobre geoparques, geografía, manejo de residuos sólidos, geología, paleontología, antropología, turismo, educación, arqueología, desarrollo sostenible, economía, migración y conocimientos tradicionales”, destacó.