En este lugar, dijo, 21 niños oaxaqueños de la colonia Vicente Guerrero querían formar una banda, pero no tenían recursos ni instrumentos.
"Había un señor en el barrio que les enseñaba 12 horas a la semana. Empecé a buscar en Francia amigos que pudieran dar algún instrumento y cuando los 21 niños tuvieron sus instrumentos pensé que se había acabado la misión, pero sentimos la necesidad de un lugar, ellos ensayaban en la iglesia, en la calle y en algunas casas por lo que en 2012 adquirimos un terreno en el centro del barrio, el dinero lo recaudamos con conciertos caritativos en París”, comentó.
La Antorcha Olímpica es un símbolo de unidad, paz y hermandad entre los pueblos; su luz representa el conocimiento, la razón y el más alto espíritu humano dentro de esta competencia deportiva. Las personas que la portan deben gozar de un amplio reconocimiento en la comunidad por su labor artística, cultural, social o filantrópica.