Los huipiles me curaron el alma, afirma la poeta Natalia Toledo sobre su nueva colección textil que lanza en Oaxaca
Su colección es resultado de un año de trabajo mientras vivía en la ciudad de Oaxaca, un año que considera terapéutico, tiempo que utilizó para absorber y oler los pasos de su padre el artista Francisco Toledo
Juchitán de Zaragoza. - Olga de Paz trenzaba jardines de flores con hilos de colores sobre el lienzo de tela sujetado a un bastidor de madera en el corredor de su casa cuando le vinieron los dolores de parto, se levantó y dio a luz a su hija Natalia. Días después regresó al bordado que era su vida y oficio, al menos así se imagina la poeta y diseñadora textil Natalia Toledo a su madre y su nacimiento hace 54 años y el porqué está tan ligada al arte textil desde entonces.
Olga esperó ilusionada la llegada de su hija Natalia con un traje bordado por ella misma y pintó su amor en cada una de las flores que aún conserva Natalia Toledo como uno de sus más preciados tesoros. Las manos de su madre la guiaron no sólo por los hilos, colores y diseños de los huipiles, también por la de las hamacas, que a los 8 años elaboraba en la casa materna.
"Mi madre me enseñó lo mismo a bordar que a tejer hamacas. Yo sé bordado y tejido con ganchillo. A diferencia de la elaboración de hamaca que comencé a los 8 años el bordado lo practiqué a los 15 años, pero recuerdo mucho que de niña acompañaba a mi mamá a comprar hilos, veía a mi madre no solo bordar sino diseñar sus flores, así que estoy ligada al diseño desde niña", comenta vía telefónica.
Estos recuerdos dibujan el contexto que envuelven la faceta como diseñadora textil de Natalia Toledo y los traslada para hablar de su nueva colección compuesta por 70 piezas de huipiles y joyería que mañana presentará en la exposición Oaxaquia de la Galería Q.
Colección resultado de un año de trabajo mientras vivía en la ciudad de Oaxaca, un año que considera terapéutico, tiempo que utilizó para absorber y oler los pasos de su padre el artista Francisco Toledo por la ciudad.
"Esta colección es resultado de un año. Solo llegué a la ciudad de Oaxaca con una maleta llena de telas y me propuse transformarlas en huipiles. Fue un año de terapia, de fortalecer el espíritu, absorber los olores, los pasos de mi padre en las calles, en las instituciones que fundó. Fue un año de sanar mi alma. Los huipiles me curaron el alma. Estoy muy contenta con el resultado" expone.
Natalia Toledo regresa a la Tienda Q después de más de 15 años, ya que fue el primer lugar donde expuso sus primeras piezas textiles.
En un comunicado de prensa, la casa organizadora expuso que Oaxaquia toma nombre de la región geológica, todavía hipotética llamada Oaxaquia, que se cree abarcó desde Oaxaca hasta Mesoamérica y que habla de la riqueza natural, lingüística y cultural de la región.
Esta exposición está compuesta por los trabajos de Natalia Toledo y Valeria Florescano. La exposición presenta piezas únicas de escultura, textiles y joyería de autor. Valeria Florescano presenta una serie de esculturas tituladas Tiempo germinal. Son sillas trabajadas con la técnica de cera escamada, hechas en colaboración con José y Petra Hernández, artesanos de Teotitlán Del Valle.
Sobre sus piezas, comenta que lo que disparó la idea fue que en Oaxaca “cuelgan” las sillas en las paredes del patio o de la casa para que estén a la mano cuando se necesiten y no tomen espacio en su desuso. Durante la pandemia los meses pasaron, no hubieron visitas, y de las sillas surgieron brotes... Eso es lo que recrean las sillas “tiempo germinal”.
Asimismo recrea una silla “tiempo germinal” en su propuesta de joyería que dialoga con otras piezas que recrean historias bajo el nombre Oaxaquia.
Las esculturas a base de cera de abeja y piezas de joyería representan la “impermanencia”, la transformación, el paso del tiempo y la metamorfosis, concluye.
Por su parte, Natalia Toledo indica que “los huipiles y la joyería que presento en esta ocasión, son el producto de un trabajo colectivo con otras manos: las que bordan, que ejecutan los dibujos que vierto sobre las telas de seda, algodón y gasas."
Sobre las piezas de Natalia Toledo la poeta juchiteca Rocío González escribió:
“Vestirse con los huipiles de Natalia es vestirse de infancia, la de ella y otras niñas que jugábamos a comer libélulas, mariposas, dientes de león o tortugas de barro; es envolverse en brazos de mamá, abuelas y tías que con manos suaves nos restregaban duros estropajos para quitarnos la mugre, los malos pensamientos y las envidias; una vez limpias sólo recordábamos la suavidad y el olor a flores que hemos ido heredando por generaciones”.
La inauguración será en la Tienda Q, ubicada en la calle Manuel Bravo No. 109, ruta Independencia, Centro.