En el pueblo de Tamazulápam del Progreso abundan los oasis de agua que convierten a la Mixteca oaxaqueña en una maravilla natural. Su fama turística se debe a los múltiples manantiales de aguas sulfurosas que brotan cristalinas y con propiedades curativas.
Estos nacimientos vienen desde los Ojos de Agua vírgenes con hermosas cascadas y pozas naturales que te invitan a sumergirte en un entorno exuberante con frondosos árboles para encontrar la relajación perfecta.
Los Ojos de Agua son parajes de manantiales rodeados de vegetación, donde es posible dar una caminata relajante, cruzar un pequeño puente y disfrutar de la tranquilidad del ambiente. Estas aguas son reconocidas por sus propiedades que benefician al sistema inmune.
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Además de estos manantiales cristalinos, el área tiene el Cañón de Tamazulápam, que alberga impresionantes formaciones rocosas y caídas de agua. La Cascada del Cañón, con sus escurrimientos que hacen un espectáculo en temporada de lluvias. Uno de los lugares más emblemáticos para pasar un rato agradable es el balneario de Piedra de Agua, que se abastece de las aguas de los manantiales.
Otro sitio que destaca es el Balneario Atonaltzin, conocido entre los locatarios por su gran alberca de agua de manantial de un azul intenso.
Las actividades que se pueden realizar van desde un simple día de campo y natación en las pozas naturales, hasta la exploración del cañón para el avistamiento de aves y la práctica de deportes como la tirolesa.
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Este sitio también es ideal para los que buscan un reposo total, pues existen áreas de descanso con cabañas y servicios como restaurantes, convirtiendo a Tamazulápam en un lugar para reiniciar la vida.
Para llegar a este paraje en Tamazulápam desde la ciudad de Oaxaca de Juárez, debes tomar la carretera en dirección a la Mixteca Oaxaqueña. La ruta más directa es por la autopista Oaxaca-Tehuacán/México 135D, continuando por la Carretera Internacional. Este trayecto en automóvil tiene una distancia aproximada de 132 kilómetros y te tomará poco más de dos horas.