El bordado mixe de Santa María Tlahuitoltepec, en la Sierra Norte de Oaxaca, es más que una técnica artesanal: funciona como una forma de escribir la historia del pueblo en tela. Cada puntada registra la relación profunda con la Madre Tierra, los cerros que resguardan a la comunidad y el paisaje que determina su vida cotidiana.

Las artesanas y artesanos explican que la iconografía que hoy distingue a las blusas, huipiles, enaguas y rebozos proviene de tiempos ancestrales. Sus símbolos aluden al maguey del pulque y el mezcal, al sol, a las montañas y a los caminos zigzagueantes que caracterizan la región.

Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.

Colores con raíz y memoria

El rojo y el negro dominan la paleta tradicional. El negro se asocia con la leña y la energía que alimenta el día a día; el rojo expresa fuerza y vitalidad. También están presentes pigmentos naturales, como los obtenidos del palo de águila o la , cuyos tonos varían según el proceso de teñido.

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Cada diseño responde a una cosmovisión que reconoce a la Madre Tierra como origen y destino de la vida. Por esa razón, las mujeres y hombres que bordan consideran que sus creaciones no son sólo prendas, sino "guardianas de un conocimiento colectivo".

Foto: Facebook Curioso México.
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Un oficio que se transforma sin perder su esencia

Aunque la elaboración del vestuario era tradicionalmente tarea femenina, hoy muchos hombres la realizan, esto debido a que las condiciones económicas los han llevado a dejar el trabajo en el campo.

En varios hogares las labores se dividen entre el y la máquina de coser, sin perder el carácter artesanal de cada pieza. Elaborar una blusa puede requerir hasta dos días de concentración absoluta, paciencia y dominio técnico. A pesar de la dedicación, la venta sigue siendo un reto: dependen de ferias y visitantes que no llegan con frecuencia.

Foto: Instagram @natyjimenezoax.
Foto: Instagram @natyjimenezoax.

Una comunidad que enseña mientras preserva

El Semillero Creativo de Textiles de , activo desde 2019, ha permitido que niñas, niños y jóvenes desde los seis a los 27 años aprendan a bordar, a usar la máquina de coser y a reconocer el significado de los patrones tradicionales.

La promotora Cecilia Dolores Gómez explica que el proceso comienza con piezas pequeñas que, con el tiempo, se convierten en mochilas, faldas o camisas. En este espacio se descubren talentos, se fortalecen imaginarios y se fomenta el orgullo por la identidad mixe.

Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.

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Las nuevas generaciones imaginan, dibujan y transforman la flora local en puntadas. Crean diseños propios, participan en piezas colectivas —como un vestido gigante para una catrina— y muestran sus obras en pasarelas comunitarias. También reflexionan sobre lo que significa bordar: algunos niños lo vinculan con la naturaleza; otros, con regalos para sus madres; otros más, con el deseo de heredar la tradición a sus hijos.

Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.

Talleres vivos y manos familiares

Santamaría Tlahuitoltepec conserva talleres familiares que han mantenido viva la iconografía local incluso cuando estuvo en riesgo de desaparecer. Cada familia colabora intensamente en la elaboración de blusas, huipiles y rebozos, desde el dibujo del diseño hasta la confección final.

Las máquinas facilitan el zigzag característico, pero no reemplazan la habilidad de dirigir la aguja con precisión. La complejidad aumenta en mangas y orillas, donde el zigzag tupido requiere un pulso firme y atención constante.

El trabajo artesanal implica variaciones únicas en cada pieza y tiempos de elaboración que pocas veces se consideran al momento de comprar. Por ello, las familias piden valorar la carga cultural que cada prenda representa.

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Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca
Foto: Facebook Semillero Creativo de Textiles en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca

Identidad y defensa del patrimonio

El caso de plagio por parte de la diseñadora , ocurrido en 2021, reveló la importancia de proteger la propiedad cultural colectiva. La comunidad exigió reconocimiento, lo que impulsó que los textiles de recibieron atención nacional e internacional.

A partir de entonces, los talleres reactivaron su producción y se organizaron espacios de venta acompañados por la orquesta comunitaria, símbolo del profundo vínculo entre artes, territorio y tradición.

La iconografía es colectiva, ancestral y no puede ser registrada de manera individual. Representa un equilibrio entre naturaleza, territorio y vida comunitaria.

En Tlahuitoltepec, las prendas no son accesorios para eventos especiales: forman parte de la vida diaria y refuerzan una identidad que ha perdurado a pesar de los cambios sociales, la migración y la modernidad.

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