“Yo estoy totalmente tranquila. Me considero muy creyente de Dios, pero repito Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. ¿ Qué padre quiere ver sufrir a sus hijos?”, afirmó al periodista Laverde.> > “Yo sé que la vida la da la voluntad de Dios, pero yo creo que él me está permitiendo esto y me está premiando a mí porque no voy a estar postrada en una cama”, agregó.> > Ella está muy segura: ‘sin pelos en la lengua’ habla sobre su muerte y el apoyo que ha recibido de su hijo y sus 11 hermanos, quienes, si bien en un primer momento no estaban muy de acuerdo con el plan de Martha, tampoco querían verla sufrir.> > “Obvio que si no estuviera en este diagnóstico y me fuera a morir el domingo no estaría tranquila, pero con una esclerosis lateral en el estado que la tengo, lo mejor que me puede pasar es descansar”, expresó.> > Federico Redondo, su hijo, mencionó que, a pesar del amor que siente por su madre, considera que sería un acto de egoísmo aferrarse a que ella viva postrada en una cama y sufriendo los embates de la enfermedad.> >
Lee tambiénEutanasia: un mal necesario> > “A priori yo necesito a mi mamá, la quiero conmigo, casi que en cualquier condición, pero se que en sus palabras ya no vive, sobrevive. Estoy enfocado básicamente en hacerla reír y que su estancia en la tierra sea un poco más amena”, afirmó.> > Martha, dijo, se va sin remordimientos y feliz por la vida que vivió. Habla en pasado sobre su presente, pues ya solo está a la espera de, algún día, encontrarse con sus seres queridos en otro plano.> > La religiosidad no la abandona y sigue sus creencias con firmeza, nuevamente se aferra a Dios, pero sin mostrar dudas frente a lo que le espera en seis días.> > “Usted no quiere que sus hijos sufran en absoluto. Yo soy hija de Dios porque él va a querer que yo sufra”, concluyó.>>