La lluvia dio tregua a las y los oaxaqueños, así como a visitantes que esperaron pacientes, de pie o sentados en las banquetas, aunque hubo quienes llevaron sus propias sillas para hacer menos cansada la espera.
En la periferia, el tráfico era lento para llegar al centro de la Ciudad y las calles cercanas a la ruta, abarrotadas de gente, complicaron la llegada a las calles, donde un mar de personas esperaba el anuncio del Homenaje Racial.
En el Centro, al tiempo de impedir el paso a quienes querían un lugar pero llegaron tarde, miles de personas aplaudían y al grito de ¡Viva Oaxaca!, esperaban ansiosas ser parte de la fiesta.
Detrás de ésta, las y los representantes de la Mixteca, la Costa, el Istmo, las Sierras Norte y Sur, Cañada y Cuenca, fueron aplaudidos por el público que gustoso recibió un mezcal, un pan o pidió una foto a quienes representan la diversidad cultural de Oaxaca.
Como cada año, la delegación de San Juan Bautista Tuxtepec fue aplaudida por la ejecución de la Flor de Piña, coreografía creada por la profesora Paulina Solís Ocampo, quien falleció la semana pasada. El luto de la delegación llegó con una segunda pérdida pues Kary León Gaytán, quien bailaría por primera vez este año, falleció hace unos días, víctima de un accidente vial.
En memoria de ambas, las mujeres de la delegación adornaron sus trenzas con listones negros, en señal de luto, pero bailaron con sonrisas y entusiasmo, provocando ovaciones, en la ejecución de uno de los bailes favoritos de las audiencias que acuden al Auditorio Guelaguetza.
En el contingente participó el gabinete legal y representantes del gabinete ampliado, encabezados por el gobernador Salomón Jara Cruz y su esposa; el ejecutivo estatal recibió en redes, en su primera Guelaguetza, diversas críticas por fallas en la organización de sus eventos, incluyendo el cambio de ruta y horario del desfile.
La decisión, señalan en redes sociales, fue arbitraria y de última hora, afectando a restauranteros que año con año rentan sus balcones durante el trayecto del desfile; sin embargo, los cambios no impidieron que miles de personas presenciaran una de las manifestaciones culturales de la Guelaguetza.
Este año, los tiliches de Putla Villa de Guerrero cerraron el desfile, con un contingente enorme que cerró el anuncio: ¡Oaxaca está de fiesta!.