Oaxaca es conocido por ser un estado donde las prácticas religiosas abundan. Es una entidad llena de riqueza cultural y tradiciones que se reflejan en sus costumbres.
La más destacada en el mes de diciembre es sin duda alguna el festejo a la Virgen de Juquila, en el municipio de Santa Catarina Juquila.
La celebración a esta figura se convierte en el epicentro de la fe en Oaxaca, donde millones de peregrinos recorren arduas distancias para llegar al Santuario y celebrar a la Virgen con las Mañanitas, misas, ofrendas florales, danzas tradicionales y procesiones coloridas.
La Virgen de Juquila es muy venerada en todo México, de hecho se considera como la segunda “patrona” de Oaxaca.
El 8 de diciembre de cada año es su día especial en que se le festeja por la leyenda local de que en el siglo XVII una diminuta imagen suya sobrevivió a un devastador incendio, hecho que le atribuyó una reputación de protectora y dispensadora de milagros.
Además, su apariencia de tez morena forjó un lazo de identificación con las personas de raíces indígenas y campesinas, convirtiendo su figura en la protagonista de actos de purificación y esperanza colectiva.
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Es tan popular esta Virgen, que es la tercera imagen más vendida después de la Virgen de Guadalupe y San Juan de los Lagos.
El santuario destinado a la veneración de esta Virgen se encuentra en Santa Catarina de Juquila, en la región de la costa oaxaqueña. Por ello, el pueblo es un centro de peregrinación y turismo religioso.
El templo cautiva por sus detalles arquitectónicos coloniales y su ambiente sobrio y elegante.