El caldo de gato es uno de los platillos más representativos de la cocina oaxaqueña, pero su nombre, aunque curioso, puede generar confusión. No, no se trata de un guiso elaborado con carne de gato u otro felino.
Este delicioso platillo tiene una historia que se remonta a las tradiciones de los Valles Centrales de Oaxaca y, además de ser un excelente reconfortante, es una joya gastronómica que refleja la historia y cultura de la región.
Según la cocinera tradicional Eulalia Jovita Aquino Jiménez, el caldo de gato tiene sus raíces en la antigua Oaxaca, donde los hacendados, al celebrar festividades o mayordomías, preparaban un caldo con espinazo de cerdo. Este caldo se enriquecía con una variedad de verduras y especias para alimentar a los peones o trabajadores que ayudaban en la fiesta y, con el paso del tiempo, su nombre fue ganando notoriedad.
Existen dos teorías sobre el origen del nombre “caldo de gato”. Una sugiere que el nombre era usado de manera despectiva, pues se le daba este caldo a los trabajadores humildes, mientras que otra historia más curiosa cuenta que un gato, accidentalmente, cayó en una olla con verduras en ebullición.
En cualquier caso, lo que sí es seguro es que el caldo de gato ha sobrevivido a lo largo de los siglos, y hoy sigue siendo una de las recetas más apreciadas de Oaxaca.
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El caldo de gato es una receta sencilla, pero sabrosa, que combina carne y verduras frescas. Su base principal es el espinazo de cerdo, aunque en algunas regiones como Zaachila se prepara con carne de res. A éste se le añaden verduras como cebolla, ajo, elote, papa, zanahoria, calabaza, chayote, ejotes y garbanzos. Para darle ese toque único, se sirve con cebolla, cilantro y jitomate picado y puede acompañarse con salsa de chile pasilla o chile tostado troceado.
Si te has animado a probar este platillo, aquí te dejamos la receta tradicional de Eulalia Aquino. Para preparar el caldo de gato necesitarás:
Procedimiento
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Una vez listo, sirve el caldo de gato en un plato con un poco de carne, añade limón, cebolla y cilantro picados. También, puedes variar las verduras dependiendo de tus gustos, añadiendo calabaza, elote o garbanzos.
El caldo de gato es ideal para esos días en los que el clima se vuelve frío o cuando necesitas un plato reconfortante. Ya sea que lo disfrutes en una reunión familiar o como parte de una tradición en Oaxaca, este platillo te conecta con la cultura y las costumbres de una región famosa por su rica gastronomía. Además, puedes acompañarlo con tortillas hechas a mano y la bebida de tu preferencia.
La gastronomía oaxaqueña es una de las más diversas y ricas de México y el caldo de gato es una muestra perfecta de ello. Su sabor reconfortante y su historia lo hacen único. Así que si tienes la oportunidad de probarlo, no dudes en hacerlo.