Más de Oaxaca

¿Quién es el dueño del negocio Chocolate y Mole La Soledad en la capital de Oaxaca?

El secreto del chocolate y mole de Oaxaca está en "La Soledad"; conoce a la familia que conserva la tradición artesanal desde los años 30

Ofrecen una gran variedad de productos, entre ellos chocolate amargo, almendrado, de leche y sabor canela. Foto: Range Cow y Laura Rodas
13/12/2025 |10:43
Jessica Gayosso
Redactora en los sitios regionales de EL UNIVERSALVer perfil

En el centro de la ciudad de Oaxaca de Juárez, en la calle Francisco Javier Mina, yace un negocio familiar y tradicional que se ha vuelto patrimonio cultural para los habitantes de la zona: Chocolate y Mole La Soledad.

Ofrecen una gran variedad de productos deliciosos, entre ellos chocolate amargo, almendrado, de leche, sabor canela, vainilla o moka. Y cuentan con moles de especialidad como el negro, el rojo y el coloradito.

Al tener tanto éxito con sus productos base se diversificaron por lo que también venden chocopombo, que es chocolate para las malteadas y que puede disolverse fácilmente en leche fría, así como el chocomiel, un chocolate endulzado con miel, una técnica que hacían los Aztecas en la antigüedad.

Lee más:

Productos de La Soledad. Foto: Luis Camarillo

Cada vez que has llegado a pasar por este negocio es evidente su éxito, pero te has preguntado, quién está detrás de todo esto.

Chocolate La Soledad. Foto: Laura Rodas

El dueño de Chocolate y Mole La Soledad es…

Esta empresa familiar nació en los años 30 y fue fundada por la necesidad de moler cacao con un proceso artesanal que se distinguiera de los demás. Uno de los dueños que representa a la familia que creó este negocio es Oscar Chávez Pombo.

Actualmente él y sus hermanos dirigen la chocolatería, apostando por ingredientes de tipo gourmet, incorporando en sus creaciones el chile, cardamomo y jengibre.

Sigue leyendo:

En aquél entonces, había una necesidad por un molino para moler cacao en la localidad. El contador Enrique Pombo Ramírez y su esposa Alicia Calvo Rosales, tenían molinos de nixtamal, de granos secos y de chiles.

La gente comenzó a pedirles que le molieran el cacao debido a la dificultad de hacerlo en sus hogares.

El contador solía moler el cacao con azúcar para que la gente, posteriormente, le diera la forma de tablilla. Sin embargo, con el paso del tiempo, Don Enrique descubrió que era más eficiente si él mismo elaboraba el producto final, atrayendo así a los compradores para adquirir las tablillas directamente.

Lo que hace tan especial a este lugar son sus productos de calidad que vienen de las regiones de Chiapas y Tabasco, además de su toque único que es el proceso artesanal.

¿Has probado su chocolate o mole?

Te recomendamos