“Estamos contentos, pero nos envuelve la nostalgia por los compañeros que ya no están presentes”, dijo Pascual López Chente, quien tiene un negocio de velas y veladoras en uno de los pasillos principales del mercado que el pasado 21 de marzo cumplió 50 años de ser construido.
Las personas que acudieron a realzar sus compras recibieron refrescos, cervezas y bocadillos como muestra de la alegría de hombres y mujeres comerciantes que, organizados, lograron realizar la fiesta en medio de grandes dificultades económicas.
En cada puesto o local comercial, de cada giro, los comerciantes dejaron momentáneamente sus preocupaciones por préstamos o pagos para capitalizarse y convivieron entre ellos y con quienes acudieron a realizar sus compras.
Juan Blas recordó que el pasado 21 de marzo, cuando el mercado cumplió 50 años de ser construido, después que un incendio arrasó con el viejo inmueble en 1973, se realizó un servicio religioso por todos los comerciantes fallecidos por Covid-19.