En las paradisíacas Bahías de Huatulco, en la costa del estado de Oaxaca, se esconde un atractivo natural que ha fascinado a los visitantes por generaciones: el Rostro Mixteco o la conocida Cara de Piedra.
Este fenómeno, tallado por la misma naturaleza, es uno de los secretos mejor guardados de la región y una parada obligada para quienes buscan conectarse con el misterio y la belleza de este rincón del Pacífico mexicano.
El Rostro Mixteco: un enigma en la roca
Al llegar a la playa el órgano, los ojos del turista se sienten irresistiblemente atraídos por un acantilado que alberga lo que parece una imponente figura humana esculpida en la roca. Aunque los expertos no han logrado descifrar su origen exacto, se cree que fue una creación de los antiguos mixtecos, quienes lo habrían tallado para señalar la presencia de su comunidad en la costa y advertir a los viajeros sobre la delimitación de su territorio.
Este rostro, esculpido por el paso de los siglos y el constante choque del agua, ha adquirido con el tiempo una forma tan curiosa y misteriosa que recuerda las figuras de las culturas prehispánicas.
Hoy, el Rostro Mixteco se erige como uno de los atractivos más sorprendentes de Huatulco. Esta cara de piedra, a la que se le atribuyen cualidades casi místicas, puede ser apreciada de cerca a través de los tours en lancha o yate que recorren las bahías. Es una parada obligada para quienes desean sumergirse en el lado más natural y enigmático de este destino turístico.
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Un recorrido por la naturaleza de Huatulco
Además del fascinante Rostro Mixteco, las bahías de Huatulco ofrecen una impresionante variedad de atractivos naturales. Desde la Cascada del Río Copalita hasta el Jardín Botánico Hagia Sofía, la región se caracteriza por su biodiversidad y su infraestructura ecológica, que permiten disfrutar de actividades como el buceo, el senderismo y la observación de aves.
La playa el órgano, en particular, es uno de los secretos más celosamente guardados de Huatulco. Situada dentro del Parque Nacional Huatulco, esta playa virgen ofrece un entorno de paz y tranquilidad que invita a desconectar del mundo y sumergirse en la naturaleza. Cabe mencionar que no cuenta con los servicios típicos de otras playas más turísticas, lo que refuerza su carácter feral y puro.

Recomendaciones para los viajeros
Si planeas visitar el Rostro Mixteco y las zonas cercanas, es importante estar preparado para una experiencia más auténtica y en contacto con la naturaleza. Playa el órgano, por ejemplo, requiere caminar unos 14 minutos por un sendero natural, lo que te permitirá adentrarte en la selva de Huatulco. Este ecosistema, caracterizado por su variabilidad estacional, ofrece vistas completamente diferentes según la época del año, desde el verde exuberante de la temporada de lluvias hasta la tonalidad dorada de la sequía.
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Es recomendable llevar suficiente agua, protector solar y ropa cómoda para el sendero. Además, para preservar este entorno intacto, se recomienda no hacer ruido excesivo, no perturbar a la fauna y respetar las áreas de anidación de tortugas.

Un destino que preserva su esencia
El Rostro Mixteco no sólo es una joya natural, sino también un reflejo del compromiso de la región por conservar sus recursos y tradiciones. En cada rincón de Huatulco, desde sus playas vírgenes hasta sus espacios naturales protegidos, se respira el respeto por el medio ambiente y la cultura local. Este es un destino donde el turismo sostenible también se celebra.
Si buscas un lugar donde la historia, el misterio y la naturaleza se encuentren, Huatulco te ofrece exactamente eso. Y al hacerlo, te invita a descubrir sus secretos más profundos, como la enigmática cara de piedra, que sigue mirando al mar con la serenidad de un testigo silencioso de los siglos pasados.