En las altas montañas de
San José del Pacífico, en la
sierra de Oaxaca, a casi 2,500 metros sobre el nivel del mar, se esconde un bosque de fantasía, un escenario típico de un cuento de hadas. Los frondosos árboles flanquean el camino hacia las
cabañas El Bosque de los Duendes y las Hadas.
En este mágico lugar reinan los cerros verdes, el frío y una neblina constante y escurridiza que llega hasta el último rincón.
Y, ¿el nombre? Los propietarios de las cabañas de
El Bosque de los Duendes y las Hadas las bautizaron así porque muchas personas, incluidos los visitantes juran haber visto a este tipo de seres mitológicos en la zona, haciendo travesuras, apareciendo y desapareciendo en un parpadeo.
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