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Ya casi llega Semana Santa y la playa de Mazunte en la costa oaxaqueña se ha ganado un lugar especial entre quienes buscan escapar del bullicio urbano y sumergirse en la tranquilidad de su ambiente.
Este destino no solo es reconocido por su belleza natural, sino también por su atmósfera relajante y por su compromiso con el medio ambiente. Si estás planeando viajar desde la Ciudad de México a este paraíso, aquí te decimos cómo llegar.
Una de las opciones más populares es viajar en autobús, el trayecto dura aproximadamente de 12 a 14 horas. Las principales líneas de autobuses como ADO y Estrella de Oro, ofrecen servicios cómodos y salen desde la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO).
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Otra forma de llegar es en automóvil, Mazunte se encuentra a unas 9 horas de Ciudad de México. El camino más directo es por la Autopista del Sol (México-Acapulco), y luego la carretera 200 que va hacia Puerto Escondido y Mazunte. Puedes aprovechar para detenerte en algunos puntos de interés y disfrutar del paisaje.

La manera más rápida de llegar es en avión, el aeropuerto más cercano a Mazunte es el de Puerto Escondido a tan solo 40 minutos en coche. Varías aerolíneas ofrecen vuelos directos desde la Ciudad de México hacia este aeropuerto.
Una vez llegando al Aeropuerto de Puerto Escondido puedes tomar un taxi o un transporte colectivo que vaya a Mazunte.
Mazunte, la playa favorita de los turistas
Mazunte es un verdadero tesoro escondido, donde la belleza natural y la paz se combinan en una atmósfera única. Esta playa es conocida por su arena dorada y sus aguas cristalinas, ideales para nadar y relajarse bajo el sol.Sin embargo, lo mejor de todo es el ambiente que crean los turistas.
Uno de los grandes atractivos en esta zona es el Centro Mexicano de la Tortuga, un santuario dedicado a la conservación de tortugas marinas, en el que podrás conocer algunas especies y durante la temporada de anidación, posiblemente puedas observar la liberación de tortugas recién nacidas.
Además, los atardeceres y amaneceres aquí son hermosos por sus colores vibrantes en el cielo haciendo un espectáculo visual junto con el océano Pacífico. También puedes disfrutar del ecoturismo, la observación de aves y paseos a bote para avistar delfines y ballenas.
Este es el destino ideal para conectar profundamente con la naturaleza y puedes hospedarte en las pequeñas cabañas y hoteles pintorescos cerca del mar. Además hay restaurantes con comida fresca y deliciosa, que hacen del lugar un refugio perfecto para quienes buscan serenidad y un respiro del estrés urbano.