Sin edad para recuperar su lengua, una maestra dedica su vida a enseñar zapoteco de Yalálag fuera de Oaxaca
Ana Chino lleva 13 años en el camino de creación, enseñanza y preparación sobre la lengua zapoteca. La maestra migró de su pueblo Villa Hidalgo Yalálag a los 15 años, con la finalidad de estudiar
Ciudad de México.– “Es recuperar mi patrimonio cultural e histórico, una reflexión sobre la importancia de conocer las lenguas. Así decidí aprender formalmente los detalles y la riqueza de la lengua de la familia a la que pertenezco”, dice Graciela Fabián sobre qué la llevó a buscar aprender a hablar y escribir la lengua zapoteca en la variante de Yalálag por medio de clases virtuales.
Las clases, que iniciaron a la par de la pandemia, son impartidas por la maestra Ana Chino Miguel, quién se ha dedicado desde hace año y medio a enseñar a dos grupo de aproximadamente de veinte alumnos, hombres y mujeres de diferentes edades y latitudes, en su mayoría hijos de migrantes establecidos en la Ciudad de México y el Estado de México o hijos de yalaltecos que viven en Oaxaca y Yalálag.
Todos ellos están interesados en aprender la lengua que hablan sus padres. “Ha sido algo difícil dar clases de manera virtual ya que usar la tecnología y preparar material ha sido gracias al apoyo de mis hijas y algunos alumnos que me han apoyado y se han interesado en continuar el aprendizaje del “dill xhon”, expresa la docente, quien decidió enseñar zapoteco, una lengua que de acuerdo con datos del Inegi es hablada por 9 mil 392 personas en la Ciudad de México.
Foto: Cortesía
Ana Chino lleva 13 años en el camino de creación, enseñanza y preparación sobre la lengua zapoteca. La maestra migró de su pueblo Villa Hidalgo Yalálag a los 15 años, con la finalidad de estudiar. “Cuando llegué me cambiaron la ropa, los huaraches a zapatos, yo siento que me disfrazaron para no sufrir tanta discriminación. Entendía lo que estudiaba, pero no tenía la habilidad de establecer una conversación en español de manera fluida”, cuenta.
Pasaron varios años para que surgiera su inquietud de aprender a escribir el zapoteco “Fue en una reunión en la asociación de Yalaltecos radicados en la Ciudad de México que cuestione ¿qué va a pasar con la lengua?” Fue un linguista de la Sierra Norte,Filemón Beltrán, quien la apoyó en el aprendizaje de la escritura y la invitó a desarrollar un libro cartonero durante un año, con historias de su comunidad.
Así surge “Ki llchaynha ben’gake Yalhalhj”, en español “Así se casan en Yalálag”, un libro de 85 páginas en zapoteco sin traducción y elaborado a mano con dibujos de la misma autora, que fue presentado en la comunidad en junio de 2013 y que actualmente va por su segunda edición, sin apoyo de ninguna institución, editorial, organización o programa social para desarrollar sus materiales y libros.
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A la par del libro, también impartían clases de zapoteco en Cuautepec Barrio Alto, en la zona norte de la CDMX, donde se concentran migrantes yalaltecos. Fue así como en 2016 surgió la oportunidad de realizar cápsulas radiofónicas en su lengua materna, en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), sin conocimientos previos de radio pero con la convicción de compartir la lengua zapoteca.
A la par de estos esfuerzos, nació el colectivo Wased Xtillchho, “enseñanza de la lengua”, con el que se invitó a algunos hablantes a participar, que en su mayoría son mujeres quienes además prestaron su voz para realizar 365 cápsulas radiofónicas en conjunto con Ávido Desarrollo Humano A.C.
Posteriormente, en la maestra Ana, con esa energía y alegría que la caracteriza, surgió la idea de realizar festivales en zapoteco donde se expresaron poemas, música de chirimía, y un coro integrado por niños, jóvenes, adultos. Esto con el apoyo de dos maestras de música que han apoyado al colectivo; también danzas y música tradicional de banda, todo en torno a la lengua zapoteca. En dicho festival se concentraron alrededor de mil 300 asistentes en el Centro Cultural España en México y se tuvo dos ediciones.
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Al inicio de la pandemia, como profesional de la enfermería, Ana se preocupó ya que “no hay un hospital en el pueblo y existía poca información sobre el Covid-19”, así que con la experiencia adquirida en cápsulas, decidió realizar un audio en zapoteco explicando qué es la pandemia y los cuidados que debían observarse. Dicha información la envió a la comunidad de Villa Hidalgo Yalálag; además de seguir realizando materiales sobre el Covid-19 en conjunto con Vientos tv, Kellogg Foundation y un audio para Cultural Survival sobre la alimentación en la pandemia.
Para la maestra Ana es importante compartir la palabra, por lo cual sigue creando diversos materiales desde rompecabezas del cuerpo humano, material para aprender el “abechedario” y su segundo libro “Kan batnha”. Lo cual se suma a la labor que realiza desde hace unos años, que incluyen adaptaciones de canciones al zapoteco de Yalalag con el permiso de los autores.
Todos los materiales creados por la maestra tienen registro de derechos de autor y no tienen traducción o “interpretación al español”, pues como reitera la maestra, al traducirlos se pierde la esencia y el sentido de la palabra en zapoteco, mientras que por otro lado quienes buscan aprenderla “tienen que esforzarse por comprender y aprender la lengua”. Esta decisión ha sido difícil, pues no ha permitido que pueda participar en alguna convocatoria del FONCA, ya que piden traducción de los libros.
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Uno de los principales objetivos de la maestra y el colectivo es seguir transmitiendo la lengua zapoteca a los jóvenes y nuevas generaciones ya que “son los que van a atesorar mi lengua y quiero que alguien lo aprenda para que enseñen a futuras generaciones. Dejemos la vergüenza a un lado, los abuelos utilizaron la lengua para la cosecha y las fiestas, para agradecer, por lo cual debemos seguirla preservando”. ”No solo se debe recordar que existen las lenguas maternas en esta fecha, debe ser siempre, debemos recordar que la lengua también es parte de la cultura”, dice la maestra.
Graciela Fabián, una profesional de la educación quien actualmente vive en la Ciudad de México y quién solo entendía el zapoteco, ya que la escuchó desde el vientre materno y hasta los once años, es una de la alumnas que busca recuperar la lengua con las clases y esfuerzos de la maestra Ana, luego de 44 años de no escucharla cotidianamente.
“Vale la pena invertir el tiempo en el aprendizaje, es una ventana de entender el mundo y en específico de la vida en zapoteco. Es un trabajo impresionante el que realiza la maestra Ana Chino”, dice convencida.
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Fue precisamente por la labor de esta docente incansable que en 2020, en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, Ana Chino fue galardonada por su trayectoria en la enseñanza del dill xhon por parte de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI) del gobierno de la capital, acto que llevado a cabo en Las Islas de Ciudad Universitaria, en la UNAM.
Actualmente se encuentra dedicada a la creación de nuevos materiales y en colectivo se reúnen vía zoom para compartir experiencias, sugerencias y reflexiones en torno a la lengua zapoteca. En su mayoría, los integrantes del colectivo que realizan estas discusiones tienen entre 55 a 70 años.