“Abrir posibilidades siempre nutre”, indica Rosario, quien además reflexiona sobre lo “desafortunado que estaba Oaxaca con respecto a la danza, pues siempre ha sido un arte que se ha desplazado al último lugar.
“Esta iniciativa del festival me alegra mucho, porque incluye cosas que, a lo mejor, nunca habríamos podido ver, compañías y talentos internacionales que no se han visto en nuestro estado”, completa Laura.
Históricamente, apunta Rosario, las actividades orientadas a la danza, no han recibido apoyo suficiente de los gobiernos estatales, ante ello, son las personas que hacen danza, quienes gestionan los eventos en su totalidad. “El tema de atención a la danza es muy fuerte, porque gubernamentalmente, no existe”, apunta Rosario.
“Oaxaca es un lugar de mucho arte, hay mucha gente que está haciendo danza, música, teatro y desde mi experiencia como directora de una compañía puedo agregar que no hay un proyecto a nivel gubernamental que incluya al arte contemporáneo”, agrega Laura.
Por esa razón, reconoce que presentar un festival de esa magnitud, es un reto complejo; sin embargo, ambas apuestan en la difusión y promoción de la oferta del festival, para que las funciones tengan la respuesta que se espera tanto del público local, como del turismo que arribe a presenciar las funciones.
Para este festival, en la Ciudad de Oaxaca se reunieron en los escenarios del Teatro Macedonio Alcalá y Teatro Juárez, artistas de México y de otras partes del mundo, como la compañía Akram Khan Company (Londres), Lukas Avendaño (México), Evoé Sotelo (México), Rosario Ordóñez (México), Ariel Bonilla (México), Lior Tavori Dance Company (Israel) Pau Aran (España), Yoann Bourgeois (Francia), Benito González (México), Tadashi Endo (Japón), Christian y Francois Ben Aïm (Francia), Laura Vera (México), Elia Pangaro (Italia), Seo Jeong Bin (Corea del Sur), algunos de ellos imparten talleres y otros presentan funciones.
También son parte del festival músicos como Niklas Paschburg (Alemania), Praful (Alemania) y Sheffy Oren Bach (Israel).
Cuestionada sobre cómo se logró la convergencia de representantes de la danza contemporánea de diversos países, con carreras destacadas en el arte contemporáneo, Ordoñez explica que el primer contacto con las compañías extranjeras fue su socio, el bailarín Vangelis Legakis, quien ha trabajado con diversas de las compañías que se presentarán en el marco del festival.
“Es un gran festival porque lo estamos realizando de Oaxaca para el mundo”, acota Rosario, quien asegura que tras el festival se abrirán las puertas para nuevas oportunidades desde la danza contemporánea.
Además, avizora el crecimiento del interés del público en la danza. “Estoy segura que tocaremos a algunas almas por ahí, estoy segura que modificará la presencia de la danza en Oaxaca”, sentenció Rosario.
De su lado, Laura Vera expresó que tras el festival, la expectativa es que las instituciones abran camino para la danza y su difusión, además de la posibilidad de abrir una escuela de danza contemporánea, desde el gobierno, para darle atención a esta arte.