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Yalálag y los huaraches de llanta: la herencia artesanal de Oaxaca

Desde la sierra hasta las pasarelas urbanas, los huaraches de Oaxaca siguen marcando el paso del México profundo y contemporáneo

Calzado artesanal hecho con llanta reciclada, los huaraches oaxaqueños son emblema de cultura, comunalidad y diseño con propósito. Foto: Oaxaca Travel.
22/08/2025 |15:28
Fabiola Hidalgo
Redactora en los sitios regionales de EL UNIVERSALVer perfil

Además de gastronomía y hermosos paísajes, Oaxaca el hogar de uno de los calzados más emblemáticos de México: los de llanta.

Más que simples sandalias, este calzado representa una fusión entre historia, identidad y compromiso con la sostenibilidad.

Su presencia, especialmente en comunidades como , es testimonio de un México que camina con paso firme hacia el futuro, sin olvidar sus raíces.

Foto: Oaxaca Travel.

Origen ancestral y evolución mestiza

El término “” proviene del purépecha “kwarachi” y aunque este calzado ya era usado en tiempos prehispánicos, su forma moderna surgió tras la llegada de los españoles.

Con la introducción del ganado y el cuero, los pueblos indígenas adaptaron sus técnicas y materiales, dando origen a los que hoy conocemos.

En Oaxaca, su evolución se integró de forma natural a la vida cotidiana de los pueblos zapotecos, mixtecos y otras comunidades originarias.

Foto: Oaxaca Travel.

Artesanía, técnica y alma

Cada par de huaraches es una obra proveniente de manos expertas. Su elaboración implica varios pasos que reflejan no solo técnica, sino también una relación entre el artesano y su entorno.

Se comienza con la selección de materiales, como cuero curtido y llantas recicladas para la suela. Luego, se cortan y trenzan tiras de cuero, que pueden formar desde diseños simples hasta complejas geometrías.

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En lugares como Yalálag, en la , el oficio de huarachero se hereda de generación en generación. Desde la niñez, los jóvenes participan en las tareas de corte y tejido, asegurando la continuidad de esta tradición artesanal.

Foto: Oaxaca Travel.

Sostenibilidad desde hace siglos

Mucho antes de que el reciclaje fuera una tendencia global, los pueblos de ya aprovechaban llantas en desuso para crear huaraches resistentes y duraderos. Esta práctica no sólo reduce el desperdicio, sino que convierte cada calzado en un acto de respeto hacia la naturaleza.

Además, estudios científicos recientes han demostrado que el uso de este tipo de calzado contribuye a una mejor postura, equilibrio y salud de las articulaciones, al permitir que el pie se mueva de forma natural. Así, los huaraches tradicionales no solo son ecológicos, también son saludables.

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Foto: Oaxaca Travel.

Identidad, resistencia y comunidad

En , los huaraches no son una moda pasajera: son parte del tejido social.

La comunidad zapoteca de Yalálag, por ejemplo, ha hecho de este calzado un emblema de su cultura. En mercados, fiestas y caminos serranos, los huaraches se mantienen vigentes, portando en cada paso siglos de historia.

Foto: Facebook Leonardo Ceja.

Entre lo rural y lo urbano: resignificación y moda

Aunque tradicionalmente se asocian con el campo, los huaraches han encontrado nuevos espacios en el ámbito urbano y la moda contemporánea. Jóvenes diseñadores y consumidores conscientes los han revalorizado, incorporándolos como símbolo de autenticidad y compromiso social.

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Incluso firmas internacionales han tomado como referencia este modelo mexicano, como ocurrió con la marca . Sin embargo, los huaraches oaxaqueños mantienen su esencia: hechos a mano, únicos y profundamente enraizados en su territorio.

Foto: Oaxaca Travel.

Retos del presente y futuro del huarache

La migración, el auge del calzado industrial y el abandono del trabajo artesanal amenazan la permanencia de este saber ancestral. Muchos talleres familiares han cerrado y son pocos los jóvenes que continúan el oficio.

No obstante, aún hay esperanza. La comunalidad, ese entramado de apoyo mutuo y orgullo identitario, sigue viva en comunidades como . También en los mercados locales, donde los huaraches no solo se venden: se comparten como historia, como memoria colectiva y como símbolo de identidad.

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