Al golpe económico provocado por el cierre del zócalo, bajo el argumento de evitar la propagación del Covid-19, se suma los costos elevados de energía eléctrica que deben pagar bimestralmente.
Cada locatario, explicó, paga bimestralmente alrededor de cinco mil pesos de luz a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) porque la tarifa es similar a la que se cobra a grandes restaurantes o negocios. El monto a pagar es elevado, porque tienen refrigeradores para la venta de refrescos y parrillas eléctricas por los alimentos que venden.
“Pero nosotros no pertenecemos a ninguna organización. Entonces no creo que haya necesidad de eso. Como ciudadanos tenemos el derecho a que el gobierno nos apoye. Pagamos derecho de piso, declaramos impuestos, pagamos la luz al mismo costo que se les cobra a los restaurantes grandes”.
Miriam Hernández detalló que en un primer momento pidieron al Gobierno de Oaxaca que el cierre del zócalo sólo fuera parcial, o que se dejara pasar a las personas de dos o cuatro, para tener la posibilidad de vender sus productos o que se les permitieran pasar a sus clientes; pero les negaron esta petición.
Ante esta negativa, manifestó, entonces lo que reclaman ahora es un apoyo económico porque tienen familia e hijos a los que deben mantener.
“De dónde vamos a sacar (dinero) si este es nuestro único recurso. Nosotros nos dedicamos a trabajar, somos negocios familiares, no somos grandes empresas. Somos concesionarios del kiosko, no pertenecemos a ninguna organización y tal vez por eso no nos han dado ningún apoyo o nos niegan los apoyos”, expresó.