La crisis de la basura detonó de nuevo en la capital de Oaxaca y zona conurbada.

Desde el pasado viernes, habitantes de la agencia Vicente Guerrero, volvieron a cerrar el tiradero municipal ubicado en jurisdicción de la Villa de Zaachila, y a medida que los días transcurren, las montañas de basura crecen en la ciudad, provocando molestia e incrementando el problema de salud pública.

En algunas poblaciones como San Sebastián Tutla y Tlacolula de Matamoros, la recolección hasta este martes sucedió de manera regular; sin embargo, los camiones no han podido descargar en el basurero.

En el Centro Histórico y otras zonas, ante la nula acción del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, la única opción ha sido apilar la basura en las esquinas.

Los botes de basura provistos en los parques de la zona están atiborrados de desechos, mientras que los perros acechan a los vecinos que acuden a dejar las bolsas.

La inconformidad es general. Comerciantes de la zona centro exigen a las autoridades una solución inmediata al conflicto cuyo daño colateral afecta la apariencia de la ciudad declarada patrimonio mundial.

En la Central de Abastos, las calles, playones, esquinas, pasillos están llenos de basura, los 15 mil vendedores se suman al llamado al gobierno local y al municipio, a procurar una solución inmediata; el olor de la basura ahuyenta a los compradores que evitan transitar por los pasillos cercanos a la rampa donde ya se acumularon toneladas de basura en bolsas de plástico.

La situación es similar en el Periférico, barrio de Jalatlaco, San Felipe del Agua y la colonia Reforma, donde el problema crece a medida que pasan los días, no sólo en sitios públicos y calles, sino también en escuelas, que acumulan botes en los patios donde los estudiantes pasan el receso e ingieren alimentos.

En días pasados, durante el primer cierre del relleno sanitario, los Servicios de Salud de Oaxaca alertaron sobre sitios como mercados, escuelas y parques que pueden “focos rojos” de infección, si la recolección de basura no se regulariza y si los desechos sólidos no reciben un tratamiento apropiado.

El primer problema detonó el pasado 3 de julio, en que colonos de Zaachila cerraron el tiradero por más de una semana, tras el enfrentamiento con el Frente Popular “14 de Junio”; por segunda ocasión bloquearon accesos al depósito desde el viernes 18 de agosto, con las mismas demandas.