La celebración de los Lunes del Cerro, la fiesta de mayor ocupación hotelera y afluencia turística llegó a su fin.

Este año, Oaxaca recibió a turistas nacionales e internacionales con el zócalo ocupado por los desplazados y ambulantes.

El otrora parque de mayor afluencia, donde los fines de semana las familias disfrutaban de paseos y tomaban fotografías desde el quiosco, luce desmejorado. Las esquinas de las jardineras se han tornado en basureros improvisados que se repletan de moscas.

Los trabajadores de limpia del municipio de Oaxaca de Juárez argumentan que cuando intentan recoger los desechos sólidos de la Plaza de la Constitución, su labor es impedida por los simpatizantes del Frente Popular "14 de Junio", quienes los amenazan y amedrentan.

La situación se agudiza ante la proliferación de puestos ambulantes que mantienen los integrantes de la misma organización y de otros grupos. En el primer cuadro de la ciudad, desde la calle Bustamante, se venden lo mismo alimentos, juguetes, ropa, zapatos, entre otros artículos, que obstaculizan el paso de quienes desean transitar por el lugar.

“Este ya no es un lugar para pasear”, comenta una mujer que sigue de largo mientras evita a toda costa detenerse ante las ofertas de los comerciantes que rodean todo el parque. La misma situación se vive a los costados de los accesos principales del Palacio de Gobierno, donde, desde la administración pasada, venden textiles, duermen y comen desplazados de la región triqui.

Parte del zócalo y la Alameda de León la ocupan los comerciantes adheridos a la Unión de Artesanos y Comerciantes en Libertad (UACOL). Por la invasión de vendedores y campamentos improvisados que impiden el libre tránsito, los restaurantes y comercios de la zona han reportado una baja de hasta 70 por ciento en las ventas diarias.

Durante la temporada de Guelaguetza, los hoteles del Centro Histórico de la ciudad, consiguieron “librar” los efectos de los plantones y ambulantaje que hasta hoy persiste en la zona.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo, la ocupación fue superior al 90 por ciento y no hubo índice de cancelaciones.

No obstante, las afectaciones también llegan los negocios establecidos de las calles aledañas y a los mercados cercanos, donde los vendedores urgen a la acción de las autoridades para liberar áreas importantes, cuyo aspecto y ocupación afecta a la economía de quienes pertenecen al comercio formal.