Empuñando pañuelos morados y verdes – símbolos de la no violencia contra las mujeres y del derecho a decidir sobre sus cuerpos- se agruparon en inmediaciones del Templo de Nuestra Señora del Patrocinio.
Se estima que llegaron más de mil mujeres: víctimas de la violencia feminicida, familiares de víctimas, integrantes de colectivas, autónomas, madres con sus hijas e hijos, mujeres de la tercera edad, así como disidentes sexuales que encontraron cabida en la convocatoria.
Todas se unieron en un solo grupo con un fin en común: expresar su indignación ante la violencia que durante la actual administración le ha arrebatado la vida a 608 mujeres. Tan sólo en 2022, 26 mujeres han sido asesinadas de manera violenta.
Mientras las cifras oficiales revelan que en enero Oaxaca ocupó el segundo lugar de feminicidios en el país, con un total de seis crímenes de este tipo, las mujeres hartas de la violencia que arrebata diariamente 11 vidas en el país gritaron: ¡Ni una asesinada más!
El grupo que marchó al ritmo de la batucada, encabezado por mujeres con discapacidad y madres de víctimas, partió desde la calle Pino Suarez, rumbo a la Antimonumenta. A su paso, las consignas y gritos de las mujeres que con digna rabia exigían el respeto de sus derechos, no se hizo esperar.
Fue entonces cuando un grupo de trabajadoras de servicio de entrega a domicilio se acercaron para regalar agua embotellada a las participantes, quienes entre la negrura del asfalto marcaban el trayecto de una marcha en la que hicieron presentes a las que ya no están.
La marcha se enfiló hacia Nezahualcóyotl, en la colonia Reforma. También marcharon entusiasmadas las niñas que avanzaron de la mano de sus madres y hermanas.
Mientras algunas personas observaban el paso de la marcha en silencio, otras grababan con sus celulares y de pronto, una mujer de la tercera edad abrió la puerta para ofrecer un abrazo sororo a las que salieron a luchar.
El ánimo creció a medida que el contingente avanzó a su destino. Entre el grupo avanzaban también perros que acompañaban a sus humanas en el camino, portando consignas, exigiendo justicia para todas.
Al llegar a la calle Naranjos, en el establecimiento El Canasto, un hombre armado con unas tijeras de jardinería amenazó a las manifestantes y las correteó. Las mujeres lograron evadir la agresión: “Fue corriendo como si nos conociera, fue corriendo para enterrarnos las tijeras”, narraron.
Personal del establecimiento resguardó por un momento al sujeto, quien volvió a salir para agredir a las manifestantes. El acto fue repelido por el bloque de seguridad, que finalmente logró desarmar al hombre. “Ninguna agresión sin respuesta”, reiteraron.
“Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, repitieron.
En el pronunciamiento, una de las mujeres que participó en la marcha, leyó un documento en el que reconoció a los cuerpos e identidades atravesados por el “sistema cisheteropatriarcal”.
Asimismo, refrendaron el apoyo para Roxana Ruiz Santiago, la joven originaria de Pinotepa quien permaneció presa por nueve meses, tras asesinar al hombre que la violó.
Al pie de la Antimonumenta, símbolo colocado el 25 de noviembre de 2021, como parte de las acciones de protesta para exigir el freno a la violencia feminicida en Oaxaca, las mujeres encendieron velas y colocaron flores en memoria de las víctimas en la entidad.