De acuerdo con la declaración inicial, los empleados trasladaban el dinero en efectivo para depositarlo en el banco y el robo ocurrió cuando transitaban sobre la calle de Fiallo, en el centro de la ciudad, donde habrían sido interceptados por personas que viajaban a bordo de una motocicleta.

Tras el reporte, la FGEO desplegó a un equipo multidisciplinario para realizar una investigación integral e informó en un comunicado que en la investigación se considera “todo el contexto de los hechos” y para que esto permita “presentar ante la justicia a quien o quienes cometan delitos en perjuicio de las y los oaxaqueños”.
Lo anterior dado que según las primeras versiones los empleados no viajaban en un vehículo blindado y tampoco eran escoltados por personal de seguridad.