Los refuerzos estarán en la base aérea Davis-Monthan, en Arizona; la base naval de San Diego y la de los Marines en Pendleton, ambas en California, y la base naval de Corpus Christi, en Texas, pero su destino final “está por definirse”, precisó Kucharek.
Según un responsable del Pentágono, quien pidió el anonimato, un millar de soldados ya habían llegado ayer a McCallen, Texas. En este mismo estado comenzó la colocación de alambradas de púas. Los soldados apoyarán a la Patrulla Fronteriza, realizarán operaciones logísticas y de construcción de carpas “para nuestros soldados”, dijo Kucharek.
Ayer inició un ejercicio en los puentes fronterizos de Reynosa, Tamaulipas, que colindan con Pharr e Hidalgo, Texas. Según ciudadanos que desde el mediodía intentaron cruzar hacia EU por el puente Reynosa-Pharr, fueron cerrados tres de los cuatro carriles que existen en la garita. Las medidas están provocando revisiones de hasta dos horas para quienes utilizan el puente Reynosa-Hidalgo, Texas. Videos muestran, del lado estadounidense, un helicóptero Black Hawk del que descienden militares armados apuntando hacia los automóviles que están todavía del lado mexicano. Los elementos que participan en el ejercicio cuentan con equipo táctico especial, armas y escudos antimotines. En primera instancia realizaron un simulacro rápido de las acciones que podrán tomar, en caso de alguna situación de riesgo.
Miembros de una de las caravanas que se dirigen a EU presentaron, a través de la organización Nexus Services, una demanda en un tribunal federal de Washington por el envío de los miles de efectivos a la frontera. La demanda, a nombre de seis adultos y sus hijos menores de edad, es contra Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) e instituciones como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), por considerar que “amenazan con una matanza en la frontera.
***Con información de Ariadna García y Sandra Tovar