Asia recibe el 2018 entre cantos, besos y fuegos artificiales

Mundo 31/12/2017 16:15 Notimex Sidney Actualizada 16:15

Las celebraciones de año nuevo del calendario gregoriano son casi nulas, en comparación con el Año Nuevo Lunar o Año Nuevo Chino, en esta parte del mundo es un día de reuniones familiares, oraciones y fuegos artificiales; 2018 será Año del Perro

Un gran espectáculo de juegos pirotécnicos se da en el puente del puerto de Sidney, una de las ciudades más grandes de Australia. Foto: AFP

En Bombay, India, la gente celebra y se toma fotos en los monumentos más iluminados de la ciudad. Foto: AFP

En Tokio, Japón, las personas reciben el 2018 con el lanzamiento de globos blancos. Foto: Reuters

Niños sonríen y celebran de forma peculiar en Hong Kong, China. Foto: Reuters

Algunos ciudadanos en Tokio se disfrazan para la primera oración del Año Nuevo. Foto: Reuters

Fuegos artificiales iluminan el cielo nocturno sobre las Torres Petrona de Malasia, durante la celebración de inicio del 2018. Foto: EFE

Turistas observan una exhibición frente al emblemático edificio de Malasia, las Torres Gemelas Petronas, durante la fiesta de Año Nuevo. Foto: AP

El Monumento Selamat Datang se ilumina, durante la celebración de Año Nuevo, en Yakarta, Indonesia. Foto: AFP

Miles de millones de personas en toda Asia recibieron hoy el primer segundo de 2018 congregadas en las principales plazas y playas, en medio de cantos, bailes, besos prolongados entre las parejas y lluvias de fuegos artificiales.

En Australia, alrededor de un millón de personas se reunieron horas antes de la media noche (tiempo local) en el puerto de Sydney para participar en las festividades para despedir el 2017 y dar la bienvenida al Año Nuevo.

Justo a la medianoche del domingo, los fuegos artificiales iluminaron el cielo sobre el Sidney Opera House, uno de los edificios más famosos y distintivos de Australia, situada en esa ciudad del estado de Nueva Gales del Sur.

Una cascada de arco iris iluminó por varios minutos en emblemático el Puente del Puerto de Sydney, mientras miles de parejas se daban besos prolongados, entre ellas muchas del mismo sexo, que celebraron la recientemente aprobación de la legalización del matrimonio gay en Australia.

Las festividades se llevaron a cabo con seguridad era escasa, sin alerta particular, ante la tranquilidad que reina en la ciudad y en gran parte de Australia en los últimos meses.

En la vecina Nueva Zelanda, decenas de miles de neozelandeses tomaron calles de varias ciudades y las principales playas para recibir con júbilo los primeros segundos del 2018 en esa nación del hemisferio sur.

Los fuegos artificiales retumbaron también sobre las plazas y centros y puertos de las principales ciudades, donde los asistentes cantaron, bailaron, se abrazaron y se dieron el tradicional beso de inicio de año, que se ha vuelto popular en las celebraciones de Año Nuevo en todo el mundo.

En Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, decenas de miles de personas se congregaron alrededor de la céntrica Sky Tower, donde la pirotecnia se prolongó sin parar por más de cinco minutos, iluminando la parte superior de la emblemática estructura.

En la cercana isla Waiheke, ubicada a unos 30 kilómetros de distancia, la exhibición de fuegos artificiales fue cancelada debido a las condiciones de sequía y el bajo suministro de agua, sin embargo el júbilo de las personas por el Nuevo Año estuvo presente.

En China, la cita para la cuenta regresiva para dar la bienvenida al 2018 fue en la torre de Yongdingmen Gate de Beijing, dónde justo a la medianoche se tocarán campanas, aunque la participación fue escasa, debido al intenso frío y que las grandes celebraciones por el Año Nuevo en el país son hasta el Festival de Primavera, el próximo 16 de febrero.

Por tradición, las celebraciones de año nuevo del calendario gregoriano son casi nulas, en comparación con el Año Nuevo Lunar o Año Nuevo Chino, que es un día de fiesta con reuniones familiares, oraciones y fuegos artificiales, que en 2018 será Año del Perro.

La llegada del 2018 y el próximo Año del Perro también fue recibido en Japón, por miles de personas, que de manera tradicional acudieron a los santuarios para orar por la paz y la buena fortuna y compartir alimentos de Año Nuevo como fideos, gambas y frijoles negros dulces.

En el Templo Zojoji de Tokio, la gente se congregó desde la tarde del domingo para degustar de carne de puerco y pulpo que ofrecen comerciantes en los alrededores y tocar a la medianoche 108 veces la campana gigante, una práctica anual que se repite en otros templos budistas de todo Japón.

En Corea del Sur, miles de personas recibieron también el 2018 con el tradicional sonar de las campanas, con la esperanza de dejar atrás la crisis política que desencadenó el escándalo de corrupción del gobierno de la depuesta presidenta Park Geun-hye y las amenazas nucleares de Corea del Norte.

Con la esperanza puesta en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, miles de personas llenaron las calles cercanas al Ayuntamiento de Seúl, para participar en la tradicional ceremonia de campanas y comenzar el nuevo año.

Las celebraciones se entendieron a las áreas costeras del este de país, incluida la ciudad de Gangneung, que albergará las competencias olímpicas de patinaje y hockey, donde muchas personas esperaran para ver el primer amanecer del 2018.

En India, las celebraciones por la llegada del Año Nuevo se llevaron a cabo en medio de fuertes medidas de seguridad por el temor de atentados y agresiones sexuales a las mujeres, como ha sucedido en años anteriores.

La ciudad de Bangalore, en el sur de la India, más de 15 mil policías fueron desplegados a los puntos de reunión de las celebraciones, ayudados por drones y cámaras de televisión de circuito cerrado adicionales para evitar que mujeres atacadas por grupos de hombres, como ocurrió hace un año.

En Filipinas, las festividades del Año Nuevo se vieron empañadas por varios accidentes relacionados con la quema de cohetones y petardo, que horas antes de la medianoche ya habían lesionados a al menos 86 personas, muchos de ellas menores de edad.

Muchos filipinos, en gran parte influenciados por la tradición china, creen que las ruidosas celebraciones del Año Nuevo alejan el mal y la desgracia, por lo que es muy común que desde la tarde del último día del año quemen cohetes en las calles.

Sin embargo, esa superstición ha llevado a muchas personas a los extremos, haciendo estallar peligrosamente enormes petardos y disparando armas de fuego al aire para recibir el nuevo año, provocándose lesiones o incluso la muerte.

Conforme pasen las horas, el Año Nuevo 2018 llegará a todo el mundo con celebraciones similares en las principales ciudades de Europa, África y América, donde el denominador común serán los buenos deseos, cantos, oraciones y los fuegos artificiales.

msl

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