“Parece que estamos en el Polo Norte con este clima”

Ayer el termómetro marcó menos un grado en San Antonio Cuajimoloyas, a unos 15 kilómetros de Benito Juárez, en la Sierra Juárez de Oaxaca

Adaptación. En la casa de Alejandra Ramírez intentan calentarse con el fuego de un fogón y un anafre (EDWIN HERNÁNDEZ. EL UNIVERSAL)
Municipios 01/02/2018 09:59 Ismael García Actualizada 15:30

Aún acostumbrados a los fuertes fríos invernales, los pobladores de la Sierra Juárez de Oaxaca no dan crédito a las imágenes de las nevadas que han caído en los últimos días, cuyas temperaturas han sido abajo de cero grados.

vuelve_a_caer_hielo_en_oaxaca_benito_juarez_3.jpg

Ayer el termómetro marcó menos un grado en San Antonio Cuajimoloyas, a unos 15 kilómetros de Benito Juárez. Estas localidades están a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar.

“¡Parece que estamos en el Polo Norte!”, gritan los pobladores de Benito Juárez, localidad distante a unos 60 kilómetros de la capital. Pero hasta hace 15 días, la nieve era novedad y un atractivo incluso para gente de la capital, y divertida para los pobladores.

vuelve_a_caer_hielo_en_oaxaca_benito_juarez3.jpg

Cubierta de varias prendas, doña Alejandra Ramírez Luis ya no soporta el frío; en la casa donde vive, de materiales sencillos, se tienen que cubrir con muchas cobijas para dormir en la noche, y durante el día tratan de calentarse con el fuego de un fogón y de un anafre.

“Es un poco difícil, porque así tenemos que salir a trabajar al campo, a sembrar maíz, papa; antes se mantenía uno de la venta de flor cartucho, pero ahora nada”, dice la mujer, cuyo esposo es también campesino y tiene dos hijos en edad escolar.

vuelve_a_caer_hielo_en_oaxaca_benito_juarez2.jpg

El día anterior no mandó a sus pequeños a la escuela, por miedo a que por los fuertes vientos cayeran algunas ramas de pinos. Se lamenta que a dos semanas, las heladas no disminuyan, pues no les deja realizar prácticamente ninguna actividad.

eh31012018024.jpg

“Ponemos carbón al anafre y ya no sentimos frío; eso sí, nada de sacar las cabezas de la cobija para no congelarnos. Cuando eran las primeras veces era algo divertido, pero cuando es continuo, ya es difícil para el trabajo, entonces ya no es divertido”, explica.

Ismael García y Edwin Hernández

Comentarios