Lo anterior con la puesta en operación de un pozo de más de 73 metros de profundidad, que representó una inversión estatal de 4.9 millones de pesos y que fue perforado en la ladera de una montaña, en tierras comunales, e inaugurado con la presencia de funcionarios de la Comisión Estatal del Agua (CEA), autoridades municipales salientes y aquellas que este 1 de enero recibieron la vara de mando.
Pero han pasado 72 horas desde la puesta en marcha del pozo, que funciona tanto con energía eléctrica como a través de paneles solares, y en Ayutla el agua aún no llega a todos los hogares, y algunas familias siguen apartándola de pequeños escurrimientos de la montaña.
Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
“Aquí aún no tenemos agua. Abres la llave y sigue sin salir. Esa obra se acaba de entregar y apenas veremos si en verdad alcanzará para abastecer a la comunidad”, dice una pobladora que asegura además que no tienen información completa sobre la calidad del líquido, el aforo ni el expediente técnico.
El día que se anunció el arranque de operaciones del pozo, Héctor Pablo Ramírez Puga, titular de la CEA, afirmó que el abasto de agua había sido restablecido, y en el centro de la población recorrió algunas llaves para demostrarlo.
También adelantó que si aún había hogares sin agua, podría tratarse de problemas con las tuberías que tendrían que arreglarse.
“El día de hoy tendremos el agua ya lista. Le pedimos a la empresa que ejecutó la obra que se quede de 10 a 15 días más, vigilando que la cometida eléctrica, los paneles solares estén funcionando correctamente, lo que queremos es que no haya más días que la comunidad no tenga agua, y donde no haya habrá que revisar, a lo mejor sus tuberías están dañadas”, declaró.
Eso es precisamente lo que se indaga en Ayutla, pues los habitantes afirman que la falta del líquido se debe a no se terminó el tendido eléctrico y por tanto aún no comienza por completo el funcionamiento del pozo. Como respuesta, han comenzado un recorrido para saber cuáles son los hogares a los que aún no llegó el agua y las nuevas autoridades subieron al lugar de las obras.
Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
“El nivel baja bastante cuando es marzo o abril, mi preocupación es ¿va a ver agua en ese pozo para ese tiempo? Ahorita gracias a Dios hay agua, porque está lloviendo, pero el día de mañana mi preocupación es esa, porque en marzo, abril, mayo y junio el agua escasea más”, increpó Magnolia Flores al titular de la Comisión aquel 30 de diciembre.
Comerciante del mercado municipal, la mujer reconoció que en su negocio, el agua por fin estaba saliendo de la llave, pero su temor, repetía, es si la sed volvería en los meses de sequía.
De acuerdo con Guilebaldo Mijangos Calvo, director de Infraestructura de la CEA, el pozo recién inaugurado produce 4 litros de agua por segundo, flujo que pude bajar en temporada de secas, pero se trata de algo que pasa en todos los pozos.
Con 31 años de experiencia trabajando en temas de agua potable, el funcionario asegura que en el caso del pozo de Ayutla por el momento aún se está en fase preliminar para verificar que el líquido llegue a las viviendas, pero agrega que incluso en el estiaje se garantizaría el abasto, pues se cuenta con vareadores de frecuencia para regular las posibles alteraciones de capacidad de producción del pozo.
“Si en estiaje llegará a mermar a 3 litros, aún así le vamos a poder dar agua a mil 500 personas cada tercer día”, asegura.
Pese a ello, a Magnolia las dudas no la abandonan y la respuesta la sabe más bien a promesa.
Aunque existe una sentencia de un juez federal ordenando la reconexión al Gobierno de Oaxaca, al ayuntamiento de Tamazulápam y a las comisiones del agua estatal y nacional, las otras dudas que persisten entre los pobladores de Ayutla es precisamente cuándo se daría la reconexión.
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El día del evento, por ejemplo, una mujer de la tercera edad gritó desde el segundo piso de la cancha municipal: No queremos simulaciones, queremos reconexión”, y acusó que los asistentes al acto oficial era un grupo de simpatizantes y acarreados priistas.
“El agua es fuente de vida, parte de nuestra identidad y vínculo con nuestra madre naturaleza. No se vende, no se negocia, y no se intercambia”, dicen los mensajes colgados en edificios públicos de la comunidad.