Las muertes que no se cuentan en el Istmo: tres municipios confirman subregistro

Las muertes de personas con los síntomas del virus, pero que no se realizaron la prueba, se fueron acumulando durante los meses de la emergencia

Las muertes que no se cuentan en el Istmo: tres municipios confirman subregistro
Foto: Roselia Chaca
Municipios 02/08/2020 10:37 Oaxaca Actualizada 10:37

Juchitán de Zaragoza. -La pandemia de Covid-19 avanzó de manera silenciosa en el Istmo de Tehuantepec. Mientras las cifras de fallecidos y contagios confirmados apenas se movían en los primeros meses de la emergencia, abonando a la incredulidad de la población, las muertes de personas con los síntomas del virus, pero que no se realizaron la prueba, se fueron acumulando. 

Al menos así lo señalan las autoridades de Unión Hidalgo, Salina Cruz y Juchitán de Zaragoza, los municipios más grandes de la región, quienes confirman la existencia de un subregistro de casi el 100% en los decesos, respecto a los datos oficiales de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO). 

De acuerdo con las cifras de los SSO, en el Istmo de Tehuantepec se acumulan un total de 150 fallecidos por Covid-19 en los 48 municipios de la región, desde aquel lejano abril, cuando se presentó el primer caso y la primera muerte en Juchitán; en contraste, un recuento realizado por EL UNIVERSAL encontró que sólo en Unión Hidalgo, Salina Cruz y Juchitán se contabilizan 297 fallecidos bajo la sospecha del virus en los últimos tres meses. 

Dicho recuento se construyó a partir de las cifras de los gobiernos municipales de estas tres  poblaciones, a partir de sus regidurías de panteones. Y fue el incremento de los números de sepulturas, desde la última semana de junio hasta la primera quincena de julio, lo que obligó a las autoridades a implementar estrategias drásticas y al gobierno estatal a declarar la región en foco rojo para contener los contagios. 

Unión Hidalgo

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Foto: Cortesía

El 9 de junio, Antonio envió sus condolencias vía WhatsApp a Mariano, su amigo de toda la vida, pues su hermano Alejandro había muerto por Covid-19 en el pueblo de Unión Hidalgo, según le confirmó.

A pesar del diagnóstico, la familia de Alejandro invitó al velorio y al sepelio por los altavoces del pueblo, se resistían acatar las recomendaciones sanitarias y al dictamen médico.

Fue precisamente en ese mes de junio cuando el gobierno municipal comenzó a observar un aumento atípico de muertes. En comparación con los 6 fallecidos de junio de 2019, este 2020 la cifra ya era de 18.

Cesar Carrasco Vicente, presidente municipal de Unión Hidalgo, reconoce que, como todo el país, esta población zapoteca no queda fuera de los subregistros de muertes a causa del virus. 

Sobre todo porque existe un sector que se niega a reconocer  la existencia del mismo y que se resiste acudir a un centro de salud y recibe atención en sus casas. Cuando un paciente no lograba vencer la enfermedad, su muerte no se contabilizaba de manera oficial en ningún lado, así que tener los datos de las ocupaciones en los panteones les dio un acercamiento más real de la situación.

De manera oficial, los SSO registran en Unión Hidalgo  sólo cuatro fallecimientos y 15 casos de Covid-19, pero la autoridad municipal calcula que podrían ser más de 50 casos positivos. 

Sobre las defunciones, sólo en los últimos tres meses  (mayo, junio y julio ) han fallecido 35 personas, 18 sólo en junio; la mayoría por complicaciones respiratorias y algunas por paros cardíacos, según sus certificados de defunción. En comparación, en el mismo lapso de 2019, cuando murieron 20 personas. 

Ante estos números, la autoridad municipal aplicó medidas como la instalación de un filtro en la entrada, así como multas que van de 4 mil a 8 mil pesos a quienes  realicen fiestas y concentraciones en sus casas.

Salina Cruz

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Foto: Cortesía

Parar la vida de una ciudad portuaria es una labor casi imposible. Así lo he dicho Juan Carlos Atecas Altamirano, el edil del puerto de Salina Cruz, el municipio que según los SSO concentra oficialmente el mayor número de muertes y contagios de coronavirus en el Istmo, con 341 casos y 59 defunciones.

A esas cifras, reconoce el presidente municipal, hay que sumar al menos 30 fallecimientos de personas con sospechas o síntomas de Covid-19 que fueron sepultadas en el panteón municipal.

Se trata de pacientes que murieron en sus casas, y que fueron enterrados sin realizarse la prueba, sin diagnóstico, y sin certificación de defunción. Con ésta “cifra negra” de 30 casos, sumaban 85 los fallecimientos desde que comenzó la contingencia sanitaria y hasta julio pasado, cuando eran 55 las muertes oficiales. 

La situación del puerto llegó a tal que se saturó el panteón municipal, lo que obligó a las autoridades a acondicionar uno nuevo, en donde desde la semana pasada comenzó a ser ocupadas las tumbas. El aumento de los fallecimientos también obligó al Cabildo a cerrar sus entradas y salidas a personas ajenas al puerto, así como el cierre de negocios no esenciales.

Juchitán

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Foto: Roselia Chaca

Cuando la ciudad de Juchitán se convirtió en el epicentro de la pandemia en el Istmo, no lo hizo por los datos oficiales de los SSO, que apenas reportan 169 casos positivos y 31 fallecidos. 

La emergencia en el reino zapoteca comenzó cuando el subregistro de las muertes y la necesidad diaria de cavar casa vez más tumbas fue tan escandaloso que no había como ocultarlo. 

Según las autoridades municipales, al día llegaron a sepultarse hasta 9 personas, cuando no pasaban de 4 al mes antes de la emergencia. A toda esa muerte se sumaron  los brotes en mercados, en el Hospital General “Macedonio Benítez Fuentes”.

De acuerdo con los datos que la Regiduría de Panteones, del 26 de junio al 30 de julio suman 177 personas sepultadas. En un informe virtual, el presidente municipal de Juchitán, Emilio Montero Pérez, dio a conocer que de esos 177 decesos, 130 están  relacionados con el virus: 50 fueron por Covid-19; 12 por sospechas de la enfermedad; 23  por infarto; 14 por deficiencia respiratoria y 7 por diabetes.

A ello se suma  24 inhumaciones consideradas clandestinas. Es decir, de estas defunciones, el gobierno municipal no tiene certificados médicos y los familiares no reportaron las causas de muerte. Se realizaron cuando el panteón estaba cerrado. 

Aun cuando el número de fallecimientos bajó la última semana de 2 a 3 al día, este miércoles 29 y jueves 30 de julio, la muerte regresó con furia al reino zapoteca, pues en dos días murieron 16 personas, incluida una mujer embarazada contagiada de Covid-19 y el producto de 8 meses.

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